En los últimos tiempos la preocupación por la salud mental de niños y adolescentes está creciendo. ¿Sabías que el 2% de niños sufre depresión y más del 6% de los adolescentes? Conocer los signos de la depresión infantil es esencial para poder tomar medidas que ayuden a los peques a solucionar este problema.
La salud mental es tan importante como la salud física. El problema es que muchos de los problemas que presentan no son visibles y a las familias les cuesta identificar su aparición. En este artículo te vamos a ayudar a conocer los signos más reconocibles de depresión infantil. Para que ante la sospecha de que tu hijo, sobrino, nieto o otro niño de tu entorno pueda padecer depresión puedas actuar.
Debes saber que la depresión en la infancia no es infrecuente. No es culpa de los progenitores y el entorno. Sus causas pueden ser diversas. Lo más importante es que es solucionable. Y esta solución es más sencilla cuanto antes se identifique y aborde adecuadamente el problema.
Así que es importante conocer los indicios de depresión infantil. Aprender cómo sospechar de una depresión en niños y niñas. Ver qué puede indicar que los peques sufren depresión.
Signos de depresión infantil que te deben hacer sospechar y tomar medidas.
Irritabilidad, ira y hostilidad extremas sin motivo aparente.
Cuando no parece haber razones reales para este comportamiento, hay que sospechar que algo ocurre. La depresión puede estar detrás de esta actitud. Aunque también puede deberse a otros problemas como, por ejemplo, el bullying.
Ansiedad y miedos, signos de depresión infantil.
Muchos miedos, fobias y temores enmascaran una depresión. La fobia social, el miedo a la separación, demasiadas fobias diferentes (a determinados animales, a algunos alimentos, a distintas situaciones) también te deben hacer sospechar.
Sentirse triste sin motivo aparente la mayor parte del tiempo.
Un niño puede tener episodios de tristeza. Justificada o no. Pero si estos se repiten habitualmente y a lo largo del tiempo probablemente estamos ante un signo de depresión.
Inapetencia por la vida, apatía y desinterés por lo que le rodea.
¿Nada parece llamarle la atención? ¿Ya no le divierte o despierta su curiosidad nada a su alrededor? ¿No muestra ganas de descubrir, de aprender, de saber? ¿Ha perdido el gusto o las ganas por hacer cosas que antes le gustaban y disfrutaba? ¿No parece que nada le haga feliz, le divierta o apasione?
Ese desinterés generalizado es uno de los signos de depresión infantil más frecuentes.
Aburrimiento persistente.
Cuando ya nada le motiva ni le hace disfrutar y aparece un aburrimiento constante que no desaparece, sospecha. Los niños se aburren en ocasiones y es normal. Incluso tiene cosas positivas porque puede hacer que se despierte su creatividad y su mundo interior. Pero cuando el aburrimiento persiste y nada lo soluciona, ya estamos ante una situación que puede indicar una depresión en el pequeño.
Quejas físicas que no parecen tener una causa médica.
Es lógico que ante vómitos reiterados, episodios habituales de descomposición, de dolor de cabeza o de tripa, o mareos, se sospeche de algún problema de salud física. Pero si los exámenes médicos no muestran ningún problema y esto aparece unido a otros indicios de depresión infantil, pueden ser parte de la respuesta física a esta situación mental que le atenaza.
Autolesiones.
Los intentos de autolesión o los episodios en los que se hace daño a sí mismo a sabiendas son de los signos de depresión infantil más alarmantes. Es importante no pasarlos por alto, no minimizar el problema y no ocultarlo. Se debe abordar cuanto antes en busca de una solución.
Otros signos de depresión infantil que alertan de este problema.
- Desesperanza.
- Episodios de llanto sin motivo aparente.
- Agotamiento sin causa aparente, falta de energía y vitalidad no achacable a algo físico.
- Baja autoestima.
- Sensación de culpa.
- Exceso de responsabilidad impropia de su edad o situación real.
- Miedo al fallo.
- Sensibilidad extrema a hacer algo incorrecto o al error.
- Bajada injustificada del rendimiento escolar.
- Dificultad para concentrarse.
- Disminución del rendimiento físico, menos vitalidad o falta de interés por actividades físicas o deportivas que practicaba.
- Expresiones o comentarios sobre huida, muerte, enfermedades, catástrofes, desgracias y situaciones semejantes sin que haya una causa evidente para esta conversación.
- Cambio en los hábitos alimenticios.
- Comentarios sobre su inutilidad, su poca validez, comparación con otros en las que siempre sale perdiendo.
- Comportamientos autodestructivos.
- Cambios en los patrones de sueño, ya sea para dormir menos o más, o a deshoras.
Presta atención a estos signos de depresión infantil y ante su sospecha no te paralices, actúa. Solicita ayuda profesional cuanto antes.
