Juegos de ayer para niños de hoy. A menudo nos quejamos de que los niños de hoy no se entretienen con nada, que sólo se divierten con juegos electrónicos y virtuales, que se pasan el día pegados al televisor, etc… Pero pocas veces nos paramos a pensar en la parte de culpa que tenemos los adultos que hemos potenciado ese tipo de juegos y actitudes. ¿Cuántas veces, por comodidad, les hemos sentado a ver una película para poder hacer otra cosa mientras tanto? ¡Si hasta la mayoría de las familias con niños instalan un DVD portátil en el coche para entretenerles!
Llegó el momento de rescatar del olvido esos juegos que nunca debieron caer allí.
*La pita:
Para jugar al aire libre (en el patio de la escuela, en el parque…). Se dibuja la pita en el suelo, con una tiza (es un circuito de simples cuadros numerados), entonces se va tirando la tiza que debe caer dentro de uno de los cuadros (si cae fuera o sobre la línea, el niño debe ponerse el último de la cola y esperar que le llegue de nuevo el turno. Entonces el niño realiza el recorrido saltando sobre una sola pierna: da la vuelta y en ese recorrido de vuelta recoge del suelo su tiza. No debe pisar los bordes de los cuadrados, ni fuera de ellos.
Es un juego de coordinación y agilidad. Podría jugar un niño solo, aunque lo usual es que al menos jueguen dos.
*Veo, veo:
Se puede jugar en casa, en la calle o en el coche (para amenizar los viajes): en este último caso lo mejor es dar una pista de dónde se encuentra, pues dentro del coche hay pocas cosas y las de fuera van cambiando rápidamente (por ejemplo, “está en el salón de casa”). El que se la queda elige un objeto que esté a la vista y del que sólo da como pista la letra por la que empieza. Los demás jugadores deben adivinarla: el que lo haga, piensa la siguiente palabra.
Es un juego en grupo (el mínimo es de 2 jugadores) muy útil para que los niños, además de divertirse, practiquen con las letras. También logra que los niños fijen su atención en lo que les rodea.
*Gallinita ciega:
Para jugar a la Gallinita ciega, se precisan al menos 3 personas: uno de ellos debe dejarse tapar los ojos (habitualmente con una bufanda o un pañuelo), girar tres veces sobre si mismo, y contar hasta tres: entonces y con los ojos aún tapados su misión es atrapar a uno de los jugadores libres. Cuando lo logre, palpando el rostro del compañero atrapado, debe averiguar de quién se trata.
Es un juego muy divertido que ayuda a trabajar la orientación, la confianza en el grupo y los sentidos del oído y el tacto.
Para que no sea peligroso, conviene jugar en un lugar sin obstáculos o en la presencia de un adulto.
*Vuela, no vuela:
La mejor manera es jugar un adulto y uno o varios niños de corta edad, aunque también puede hacer de “padre” un niño de mayor edad. El llamado “padre” va nombrando objetos y animales, y el resto de participantes deben decir, a voz de pronto, “vuela” o “no vuela”, según sea el caso. Para que el juego tenga gracia, hay pequeños trucos como decir “abeja” u “oveja” casi seguidas. Existen palabras con las que se puede bromear como “brujas” o “escoba” (ambas en el mismo sentido).
El juego debe ser lo más rápido posible, perfecto para jugar mientras vamos de paseo, por ejemplo, y que despierta la agilidad mental de los pequeños.
*Palmitas:
Se juega entre dos, habitualmente cantando una canción y batiendo palmas en un juego rápido de coordinación y destreza manual. Las variedades son infinitas, y también la rapidez del juego o el nivel de dificultad de los movimientos.
*Palabras encadenadas:
Rifamos el orden de participación de cada jugador (el mínimo es dos, el máximo no existe). El que empieza dice una palabra, y el siguiente debe decir otra que empiece por la letra en que acaba la palabra dicha por el niño anterior.
Es un juego de agilidad mental y de refuerzo de la enseñanza de las letras que puede jugarse en cualquier momento: para amenizar un viaje en coche, mientras ponen la mesa, sentados en el sofá, en el jardín, antes de acostarse…
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