Hoy queremos contarte cómo eligieron 7 familias el nombre de su bebé. Si estás embarazada y aún no has decidido el nombre de tu hijo, quizá te orienten sobre cómo buscar el nombre ideal para él.
1.- Ana, madre de Mabel. Con un libro de nombres. “Mi hermana me regaló un libro de nombres y estuve buscando algunos que me gustase cómo sonaba y lo que significaban. Luego lo consulté con mi marido y había varios que nos parecían adecuados. Al final apuntamos nuestros preferidos en la pizarra de la cocina, y los íbamos viendo cada día. No discutimos sobre el nombre, por suerte o porque era el nombre más adecuado para nuestra hija, a los dos nos terminó sonando mejor Mabel, que proviene del celta y significa alegre. Y Mabel se quedó. Creo que acertamos porque aunque todavía es muy pequeña, es una niña siempre sonriente, feliz, alegre. Su risa es contagiosa. ”
2.- Clara, madre de Sara. Nombre familiar. “Desde antes de quedarme embarazada mi chico y yo teníamos claro que nos gustaban los nombres que siginficaban algo para nosotros, que nos resultaran cercanos y que honrasen a un miembro importante de nuestra familia. Teníamos suerte porque tanto en mi familia como en la suya había nombres muy bonitos entre los que escoger, a lo mejor si fueran nombres muy raros, anticuados o feos hubiera elegido de otra manera. Pensándolo un tiempo nos quedamos con dos nombres, Sara si era niña, que es el nombre de una de las abuelas de mi chico, y Roberto si era niño, que es el nombre de mi padre. Y nació una niña, así que le pusimos Sara”.
3.- Inés, madre de Isaac. Nombre de una gran personalidad. “Mi marido quería que nuestro hijo tuviese el nombre de alguien importante, alguien que hubiese hecho algo relevante en su vida, porque le parecía que el nombre imprime caracter y marca a la persona de por vida. Pero todos los nombres que me decía a mi me parecían feísimos, pasados de moda o muy raros. Hasta que un día mi cuñado sugirió Isaac, por Isaac Newton. A mi me gustó muchísimo, un nombre clásico pero no anticuado, con personalidad, de alguien importante, que no era raro pero tampoco era un nombre tan común que me aburriera. Me pareció el nombre perfecto. Hace ocho meses nació Isaac. No sé si de verdad le influirá positivamente su nombre, pero a mi me gusta más cada día que pasa”.
4.- Eneritz, madre de Ibai. Nombres de una cultura determinada. “Yo siempre he tenido claro que mis hijos llevarían un nombre en euskera y había muchos nombres que me gustaban. Pero la familia de mi marido no habla euskera y no quería un nombre que fuera complicado de pronunciar y recordar para ellos, y tampoco un nombre que castellanizasen fácilmente porque pienso que los nombres no se tienen que traducir a ningún idioma, te llamas como te llames vivas en una parte del mundo o en otra. Ibai siempre me ha gustado porque tiene un significado (río) y una musicalidad que me gustan. A mi marido también le gustó y aunque a algunos miembros de la familia les sonó raro al principio enseguida se hicieron al nombre.
5.- Elena, madre de Carlos. De niño, adulto y anciano. “Hay muchos nombres que me parecen preciosos, pero no todos los que me gustan me gustaban para mi hijo. Una de las cosas que no me gustan es las modas de nombres raros, que de niños nos suenan muy bien pero de mayores parecen un chiste. Yo quería un nombre que sonase bien ahora, pero también en un futuro. Un nombre que no suene extravagante o pasado de moda al cabo del tiempo. Que puedas llamarle en el parque y nadie te mire raro, que el día de mañana le pueda decir a una chica en una discoteca su nombre sin avergonzarse, que sea un adulto, incluso un abuelo, y su nombre siga sonando adecuado. Carlos cumple esas premisas pero no es el único, tengo otros nombres en la recámara por si tengo más hijos, entre los que elegir su nombre.
6.- Sonia, madre de Yaiza. Suena bien al oído. “Hace años leí un libro que se titulaba Yaiza y era el nombre de la protagonista. Me sonó tan bien que pensé que si tenía una hija la llamaría Yaiza. Y cuando me quedé embarazada lo tuve así de claro porque seguía sonandome precioso”.
7.- Susana, madre de Azucena. Significa algo tangible. “Me gustan los nombres que significan algo, y que ese algo sea tangible. Cuando me quedé embarazada y ya supimos que sería una niña, mi chico y yo hicimos una lista de nombres que nos gustaban y que significaban algo que se pudiera ver; Azucena, Sol, Nieves, Margarita, Rosa… Azucena nos gustó mucho a los dos, no hubo discusión, fue nuestro preferido”.
Desde El Jardín de Venus queremos agradecer los testimonios de estas siete madres y cómo eligieron el nombre de su bebé. Gracias a Ana, Clara, Inés, Eneritz, Elena, Sonia y Susana.