Aunque no es algo nuevo, parece que cada vez las cifras de bullying entre niños y adolescentes son más altas. Te contamos cómo detectar el bullying escolar, las señales en las que debes fijarte para tratar de profundizar sobre la situación de tu hijo en el colegio o instituto.
1.- Recibe llamadas demasiado cortas. Si notas que no está más de unos segundos al teléfono cuando recibe llamadas o en cosa de pocos minutos el teléfono suena varias veces, sospecha. Puede estar recibiendo insultos o amenazas.
2.- Cambia de humor repentinamente. Se dice que eso es típico de todos los adolescentes, pero no tiene por qué ser así. Y es mucho más sospechoso aún en niños de corta edad. Esos cambios de humor deben corresponder a algo e interesa saber qué es.
3.- Ya no usa a menudo el ordenador. Si antes se pasaba mucho rato en él y ahora no, trata de averiguar el motivo. ¿Está recibiendo acoso en las redes sociales y el correo electrónico? ¿O simplemente disfruta dedicando tiempo a otras actividades?
4.- No quiere ir a clase. Dice que está enfermo, llora, busca excusas para quedarse en casa a menudo… Sospecha e indaga en la razón para ello. ¿Le acosan en clase? ¿Tiene problemas con algún profesor? ¿Qué le ocurre?
5.- Sus amigos ya no vienen a casa. ¿Era habitual que llegase con amigos y ya no lo hace? Debe haber un motivo para ello y tienes que averiguar cuál es, ¿ha cambiado de compañías? ¿Ya no son sus amigos?
6.- Se asusta o muestra inseguro sin motivo aparente. Es uno de los indicios más claros de que algo no anda bien. Estate muy atenta y sé sensible.
7.- Pierde a menudo cosas. ¿De pronto empieza a perder material escolar, ropa, material deportivo, etc…? Es raro que de vuelva despistado de pronto. Es probable que más bien se lo estén robando o rompiendo.
8.- Ha cambiado de actividades o hábitos. Es verdad que a cierta edad los gustos cambian, pero si son muy drásticos, sospecha. También si su edad es previa a la adolescencia. Y, sospecha doble si las actividades que rehuye son sociales y pasa a preferir otras solitarias.
9.- Aparece con marcas de golpes. Si dice que se ha caído, se ha dado un golpe en el gimnasio del cole, en el recreo o haciendo deporte. Puede ser cierto, pero si se repite, es sospechoso.
10.- A menudo aparece triste o pensativo. Si no encuentras motivo aparente para que esté así, puede ser un indicio de que está sufriendo acoso escolar.
11.- Parece que ha llorado. Tiene los ojos rojos o hinchados y no conoces motivo para ello. Trata de averiguar qué ha provocado el llanto.
12.- Sabes o sospechas que se autolesiona. Tiene marcas en piernas o brazos, ha desaparecido alguna cuchilla de afeitar, aparece con quemaduras en la mano, de pronto sólo quiere llevar ropa de manga larga…
13.- Su actitud el domingo no es la misma que el sábado. Si se vuelve más triste, taciturno, nervioso o intranquilo. Los expertos lo llaman el síndrome del domingo por la tarde.
14.- Sufre de dolores de cabeza, tripa y vómitos sin que el médico detecte enfermedad alguna. Puede ser psicosomático. No lo dejes pasar.
15.- Ha bajado su rendimiento escolar. Si es de forma drástica, resulta extraño. Si además se combina con otras actitudes sospechosas, es muy probable que el acoso escolar sea la causa.
16.- Apaga el teléfono o suena y no lo coge. Es un comportamiento sospechoso. ¿Le acosa alguien por este medio? ¿Por qué motivo no quiere hablar?
Estate muy atenta al comportamiento de tu hijo y si detectas uno o varios de estos indicios o señales, no te quedes de brazos cruzados. No siempre es fácil que un niño o un adolescente confiese ser víctima de bullying, pero es tu deber tratar de averiguar la verdad por un camino u otro.
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