Una de las cosas que debemos enseñar a nuestros hijos desde la más tierna infancia es a valerse por si mismos. Estamos educando personas que el día de mañana tendrán que ser autosuficientes, que no deben ser dependientes para las cosas cotidianas y sencillas del día a día. Pero no es el único motivo para ayudar a tu hijo a ser autónomo; la felicidad de poder hacer cosas por si mismo será grande para él y le animará a probar nuevos retos que le hagan sentirse bien y crecer en sus habilidades.
Con ayuda y sin presionarle, un niño pequeño puede hacer muchas cosas por si mismo para su propia autonomía. Acostumbrarle a hacerlo requiere paciencia, tardará más, claro, a veces nos hará trabajar el doble porque puede mancharse o no haberlo hecho bien, pero los beneficios son para toda la vida. Merece la pena dejarle hacer hasta donde pueda y ayudarle en lo que no, animándole y no cortando por lo sano y haciéndolo nosotros en su lugar.
* UN NIÑO/A DE DOS AÑOS PUEDE:
– Comer sólo o empezar a hacerlo. Aunque se manche, aunque caiga parte a la mesa o al suelo, aunque tarde.
– Lavarse las manos. Aunque no se enjuague bien. Aunque en ocasiones haya que lavárselas detrás porque no han quedado bien limpias. Aunque no sepa secarse del todo.
– Vestirse. Quizá no del todo, seguramente no podrá ponerse todas las prendas y tendrás que ayudarle a abotonarse, por ejemplo, a enganchar la cremallera, a ponerse leotardos o calcetines que sean más complicados…
* UN NIÑO/A DE DOS AÑOS Y MEDIO PUEDE:
– Echar la ropa sucia al cesto adecuado. Después del baño o al vestirse por la mañana. Enseñarle que la ropa que se quita va al cesto de la ropa sucia es sencillo y salvo que esté a una altura adecuada podrá hacerlo; incluso aunque no esté del todo a su alcance, puede llevarla hasta allí para que luego nosotros la pongamos dentro del cesto.
– Empezar a recoger sus juguetes y a guardar uno antes de sacar otro. Aunque no siempre lo haga, aunque en ocasiones necesite ayuda, hay que enseñarle que puede y debe hacerlo.
– Ir al baño sólo o al menos en ocasiones, empieza a controlar los esfínteres y es el momento adecuado para ello.
– Cepillarse los dientes. Aunque haya que ayudarle a echar la pasta al cepillo para que no se llene el lavabo con ella, y estar vigilante para que no se cale entero y el baño parezca la piscina municipal.
* UN NIÑO/A DE TRES AÑOS PUEDE:
– Ayudar en algunas cosas de la casa como pasar el paño del polvo a los muebles hasta donde alcance, llevar sus cubiertos y plato hasta la fregadera después de cada comida o guardar sus calcetines en el cajón correspondiente. Aunque haya que auparle para que alcance, aunque no lo haga bien. A esta edad suele gustarles colaborar y es el momento perfecto de aprovechar y dejar que lo hagan para que aprendan, se sientan "mayores" y se cree en ellos un hábito positivo que dure toda la vida, aunque en ciertos momentos de ella puedan abandonarlo. Lo que se aprende una vez, dura para siempre.
– Unir calcetines desparejados. Es un buen ejercicio de clasificación por colores y formas, además.
– Peinarse sólo. O, dependiendo de la largura de su cabello, cepillárselo.
– Hacer algunas cosas en la cocina. Como pelar sus propios plátanos, verter ingredientes en un recipiente y si hacéis repostería juntos amasar y dar forma a masas manejables, entre otras.
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