La adolescencia es una época de la vida en la que debemos preocuparnos especialmente por lo que comemos. Si tienes hijos de esta edad, sabrás que muchas veces no es nada fácil hacer que tomen aquellos alimentos que más necesitan y que prescindan de los que no. En plenos cambios físicos y psicológicos, la correcta alimentación es fundamental para el buen desarrollo de la persona.
Muchos adolescentes sufren problemas relacionados con la alimentación; anorexia, bulimia, obesidad… Y desnutrición. Son muchos los casos en los que se combinan momentos de abuso de grasas, comidas rápidas de bajísima calidad y exceso de azúcares con momentos de "dieta", comidas light pero no siempre realmente ligeras y escasez de alimentos, lo que no es nada bueno.
La comida o tentempié del recreo es un momento importante del día en lo que a la alimentación del adolescente se refiere, sobre todo en los casos en los que no se ha desayunado correctamente. Suele ser un momento de socializar y a la mayor parte de los adolescentes no les gusta mucho diferenciarse del resto. Controlar lo que comen o no es imposible, más aún en los colegios o institutos que dejan la puerta libre a la calle en esos momentos, pero si podemos controlar lo que les ofrecemos para ese momento del día. No sabremos si lo han comido o lo han tirado a la papelera, o si se lo han cambiado a un compañero por algo menos saludable, pero al menos sabremos que les hemos dado la posibilidad de disfrutar de los mejores tentempiés a la hora del recreo. Tentempiés ricos y saludables, como son los siguientes.
* Batidos de frutas caseros. Se preparan triturando leche o yogur con la fruta elegida y una cantidad moderada de miel o azúcar. Se transporta bien en botellas de plástico como las que se usan para llevar en la bicicleta. Son una forma rica de tomar lácteos y frutas, muy cómoda y que suele entrar bien, especialmente en las primeras y últimas semanas de curso, antes de que llegue el frío intenso. Puedes enriquecerlos con esencia de vainilla, con canela en polvo, con un puñado de copos de avena…
* Barritas de frutos secos, cereales y chocolate caseras. Se preparan caseras fundiendo en el microondas o al baño maría chocolate y mezclándolo con el resto de ingredientes; después se vierte sobre una fuente cubierta con papel film o de aluminio, se deja enfriar hasta que endurezca y se corta en porciones. Preparadas en casa además de quitarte de en medio grasas y aditivos poco recomendables, puedes rebajar al mínimo la cantidad de chocolate empleada (la justa para amalgamar el conjunto) y usar los frutos secos, cereales y semillas que más le gusten y convengan. Una porción individual puede llevar 15gm de chocolate (mínimo del 72% que es más saludable) y 45-55gm de los demás elementos. Puedes hacerlo un día y dejar para toda la semana y se lleva bien envuelto en papel de aluminio siempre que no haga un excesivo calor. El chocolate siempre gusta y sabe a tentación y los demás ingredientes aportarán energía y nutrientes de lo más interesantes.
* Sandwiches. Mejor si se preparan con pan de semillas o integral y con un relleno que no abuse de las grasas (si lleva mayonesa, mostaza o mantequilla, por ejemplo, que sea para untar una capa fina en el pan y no para amalgamar el relleno). Prueba con rellenos saludables y ricos como atún con ruedas de tomate, un queso no muy graso con jamón curado, pavo asado o jamón cocido con canónigos o lechuga y queso fresco… Evita en la medida de lo posible patés de cerdo, sobrasadas y mezclas preparadas especiales para sandwiches (que suelen abusar de las grasas poco saludables). Se transportan envueltos en papel film o de aluminio, mejor dentro de un recipiente duro para que no se aplasten dentro de la mochila).
* Bocadillos. Son mucho más saludables de lo que estamos acostumbrados a oír; todo depende del tipo de pan y, sobre todo, del relleno. Un pan de calidad en una cantidad apropiada para su edad y constitución, con un relleno de tortilla francesa, de atún o de mejillones, unas lonchas de jamón curado o cecina con pimientos asados, un filete de pollo o cerdo a la plancha con tomate o lechuga que les aporte jugosidad, por ejemplo, son buenas ideas. Procura prescindir de los fiambres y otros alimentos muy grasos. Se transportan bien envueltos en papel de aluminio.
* Fruta fresca. No hace falta que añadamos muchos más pues todos ya sabemos lo buena que es y lo que puede aportar. También es verdad que muchos adolescentes son reacios a comerla, sobre todo si no tienen costumbre. Si les gusta, los más fáciles de transportar y comer fuera de casa son los plátanos, las naranjas y mandarinas. Otra opción es preparar en pequeños tupper individuales macedonias variadas enriquecidas con una pequeña cantidad de algún ingrediente que les atraiga como un cuadrito de chocolate picado fino o algún fruto seco, copos de coco deshidratados… pero no es tan cómodo de comer y es posible que pongan más pegas, además de que no es la mejor forma de conservar todas las propiedades de la fruta hasta el momento de consumirla.