No es fácil sobre todo en estos tiempos consumistas lograr que los adolescentes ahorren, especialmente si no se le ha inculcado la conveniencia de hacerlo desde la infancia. Los métodos educativos más clásicos puede que lleguen tarde, pero siempre hay lugar para el cambio, aunque sea por métodos menos ortodoxos y más vale incentivar el ahorro en ellos ahora que nunca.
Enseñar que el ahorro está reñido con el consumismo, que no es lo mismo querer que necesitar y que es importante guardar dinero para el día de mañana es algo que tendrás que ir haciendo poco a poco, porque es esencial comprender para que la enseñanza se afiance y cale en el interior de tu hijo. No importa ser repetitiva y pesada, el mensaje debe calar. Pero, sobre todo, debes predicar con el ejemplo o si no no lograrás tu objetivo, ya no estás tratando con niños pequeños, para bien o para mal.
Aquí van algunos métodos que puedes emplear para hacer que tus hijos empiecen a ahorrar. Piensa cuál se adaptará mejor a vuestras circunstancias o a su carácter, para que sea más efectivo.
* Premia el ahorro con dinero. Exactamente igual que los bancos. Como en un plazo fijo, puedes poner una cifra de dinero y un espacio de tiempo para lograr esa cifra o mantenerla sin tocar en la hucha/cuenta corriente. Y un premio monetario por lograrlo.
* Si hay algo que desea especialmente y se puede comprar con dinero, que entre dentro de lo que te parezca aceptable y correcto, propón que ahorre el dinero que cueste y cuando llegue a esa cifra, podrá sacar la mitad del importe para comprarlo, poniendo tú la otra mitad. No se trata de que acumule dinero para luego gastarlo de una vez, si no de que aprenda las ventajas del ahorro.
* Premia con algo que no se pueda comprar con dinero sus avances ahorrando. Incita a que ahorre el 20% de la paga durante un tiempo predeterminado y, si lo logra, dale ese premio.
* El método radical: si hasta ahora no ha tenido paga semanal ni responsabilidad sobre sus gastos, deja claro cuánto dinero darás de paga semanal a partir de ahora y de qué gastos tendrá que hacerse cargo (por ejemplo recibo de su móvil, entradas al cine, eventos deportivos, conciertos… , maquillaje… o lo que consideres que no es necesario y que dependerá de su buen o mal manejo de sus propias finanzas). Mantente firme y no le sufragues o adelantes dinero para una partida si la ha gastado, aunque sería conveniente que la ayudaras a distribuirlo sobre el papel el dinero, dejando un remanente fijo del que poder echar mano en caso de que aumenten los gastos de alguna partida o de que surja algo inesperado que le interese especialmente.
* Invita a tu hijo a lograr su propio dinero y ahorrar una parte de ello, por ejemplo escogiendo algunas cosas que ya no use y quiera vender en alguna página de segunda mano. O realizando algún trabajito que esté en su mano y que no esté entre sus obligaciones habituales y por el que pueda conseguir un dinero (por ejemplo puedes ponerle a ordenar las facturas, pasar a ordenador algún texto, dar clases a amigos de menor edad, etc…). Viendo lo que cuesta ganar el dinero, es probable que tenga más cuidado de cuánto gasta y cómo lo emplea.
