Si tienes una persona allegada a punto de dar a luz no dejes de leer estos 9 consejos ante la mamá reciente. Seas tía, amiga, hermana, vecina o compañera de trabajo, que no te pueda el entusiasmo; empatiza con la mamá y el bebé y ten en cuenta estas normas básicas de actuación y educación para respetarlos como merecen.
1.- No hagas visitas sin avisar. De hecho, lo mejor es que no hagas visitas en los primeros días de la mamá y el bebé en casa. Necesitan descansar, comunicarse, sentirse en familia, acompasar sus horarios y crear su propia rutina. Para ello necesitan tiempo y espacio, sin tener que preocuparse de si la casa está limpia o no, sin tener que decidir si arreglarse o dormir, sin estar con miedo a que se despierte al bebé, sin demorar el tiempo de alimentarle, etc… Así que salvo que expresamente te digan que esperan tu visita, no te precipites y espera.
2.- Las flores no se comen, pero la comida se agradece y mucho. Si estás dudando si enviar un ramo de flores o unos globos u otra cosa, piensa que enviar unos tuppers de comida casera o encargársela a algún restaurante de la zona será mucho más de agradecer por su parte; por un lado no colaborarás a llenar la casa de cosas inservibles y por otro lado les liberarás de un tiempo (de compra y preparación de comida) que les vendrá muy bien en los primeros días de vida del bebé. Además, no tengas miedo en pasarte porque siempre se puede optar por congelar una parte.
3.- El regalo para el bebé y el detalle para la mamá. Algunas mujeres se seinten tristes o deprimidas los primeros días después de haber parido y se ven insignificantes ante las atenciones al bebé. Por eso con el regalo al bebé no está de más enviar un detalle para la mamá, sea una sencilla tarjeta manuscrita a algo de más valor. Algo que sea sólo para ella, para que se sienta bien; un perfume que sepas que la gusta, unos jabones artesanos y femeninos, un vale por algún tratamiento estético o de bienestar con una fecha de caducidad larga…
4.- No llames por teléfono, mejor envía un mensaje. O, mejor aún, un email. El caso es que no suene y te pueda contestar libremente cuando tenga tiempo. No te cebes con los whatsapps ni te enfades si lo lee pero no lo contesta al momento, porque pueden surgir un monton de cosas que haga que no responda de inmediato. Salvo una verdadera urgencia.
5.- No juzgues sus decisiones. Son suyas y debes respetarlas. No las pongas en duda y, menos aún, las eches por tierra valiendote de tu experiencia o simplemente de tu forma de ver la vida y la maternidad. Además de molesto es una enrome falta de respeto y educación.
6.- Las comparaciones son odiosas. Y si son entre bebés, más aún. Ni se te ocurra comparar el peso o cuestiones del desarrollo del bebé con tu hijo, con tu sobrino o con quien sea. Es sumamente desgradable.
7.- Si no te piden consejo, no lo ofrezcas. Es algo que puede generar discusiones y malos rollos, y más en temas sensibles como la maternidad. Incluso cúrate en salud y no discutas tu opinión sobre temas como la alimentación del bebé o si debe dormir en la misma cama que los padres, en una cuna en la misma habitación o en un cuarto aparte.
8.- Deja claro en qué puedes ayudar, y hazlo si te lo piden. Si estás dispuesta a ayudar a la nueva familia díselo claramente, y actúa en consecuencia si aceptan o piden dicha ayuda. Si a la hora de la verdad te vas a echar atrás, no te ofrezcas. Y si quieres ayudar de verdad pero no sabes cómo, piensa a qué estás dispuesta, ¿a subirle la compra? ¿A acompañarla al médico? ¿A hacer la comida o colaborar en la limpieza de la casa? ¿A que se queden contigo una o varias noches otros niños de la familia o a llevarlos y recogerlos del cole? ¿A llevar y recoger la ropa a una lavandería?
9.- Prohibido hablar de peso, enfermedades infantiles y malas experiencias propias o ajenas. No sólo no es agradable sino que puede hacer sufrir a la madre reciente, sumida en dudas, inseguridades y miedos.