Te contamos 8 cosas que pueden aprender los niños en el campo en otoño. Durante ésta estación del año en que el campo sufre tantos cambios, seguro que encuentras la ocasión de acercarte con los peques a descubrir muchos de ellos. Disfrutar y aprender al mismo tiempo, siempre es una buena elección para los días de fiesta.
1.- Aprender a tirar una piedra al agua y que rebote varias veces. Parece fácil, aunque a veces no lo es tanto. Pero siempre resulta curioso y divertido, sobre todo para los más peques. También descubrirán que a fuerza de probar e intentar, todo se puede conseguir. Sólo hace falta técnica y práctica.
2.- Descubrir que a algunos árboles se les caen las hojas y a otros no. Con un poco de suerte, por qué y cuáles pertenecen a cada uno de los grupos. Para los más pequeños puede resultar curioso. Para los que no sean tan chiquitines, una buena idea es ir con un manual de identificación de especies y tratar de descubrir los nombres de unos y otros árboles que encontréis en vuestro camino.
3.- Conocer algunas bayas que sirven de alimento a animales silvestres. No necesariamente son bayas que puede comer el ser humano, aunque sí lo son en algunos casos. Enseñarle qué animales se alimentan de ellas y la importancia de conservarlas para ellos, es una buena idea.
4.- Saber qué son los hongos y dónde crecen. Y de paso enseñarle a respetarlos. Es bueno que aprenda que algunos pueden ser venenosos y animarle a que pruebe los que son comestibles. Incluir nuevos alimentos en su dieta siempre es bueno y descubrir y admitir nuevos sabores es bueno para su experiencia vital y para su salud.
5.- Conocer qué es la berrea. En zonas de gran población cérvida se organizan excursiones en quads o todo terrenos, con toda la seguridad, para escuchar el impresionante sonido de los machos, avistarles con prismáticos o desde cierta altura y conocer más sobre la vida de los ciervos y de otros animales del entorno. Puede ser tan divertido como educativo, y no sólo para los peques.
6.- Descubrir que las castañas crecen en el árbol envueltas en un erizo. A muchos les sorprenderá porque la castaña tal y como la conocemos en la tienda o en el puesto de los castañeros también tiene que ser pelado. ¿Cómo imaginar que previamente tenía otra capa más externa? Conocer el modo en que así se protege la castaña y para qué, les resultará curioso e interesante. Y si de postre se disfruta de unas ricas castañas asadas, mejor que mejor.
7.- Conocer la labor de las hojas secas. Seguro que a los más pequeños les sorprenderá saber que siguen ayudando al árbol y al entorno después de haber caído del mismo. El ciclo de la naturaleza es más fácil de entender sobre el terreno.
8.- Descubrir cuántos animales viven bajo el manto de hojas secas. Si, un poco de exploración y de mancharse las manos siempre viene bien. A algunos los podréis ver a simple vista y para encontrar a otros, hará falta una lupa o incluso un microscopio. ¿Os atreveréis a buscarlos?
Anímate a organizar este otoño una o varias salidas al campo con los peques. ¡Y disfruta con sus descubrimientos y aprendizaje!
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