El otoño es una época del año muy rica en alimentos de temporada. Si tienes un hijo o hija que está empezando a comer alimentos sólidos y quieres que se alimente y nutra bien durante toda la vida, aprovecha y ofrécele diversidad. Te proponemos 7 alimentos que descubrir a tu hijo en otoño. Aprovecha antes de los 3 años, cuando muchos niños entran en la fase de negación de la comida, pues todo lo que ya sepan que les gusta ahora lo tolerarán mejor y hasta lo disfrutarán después.
* Uva. Dulces y energéticas, pueden ser una especie de gominolas sanas, una chuchería saludable que le encantará por su sabor y textura. Pela y quita las pepitas para que sea más fácil de comer al principio. También puedes añadir un puñado a licuados con otras frutas, para darle un dulzor natural sin añadir otro tipo de edulcorantes.
* Calabaza. En puré o asada, es un buen alimento, rico en betacarotenos y con un dulzor natural que suele gustar a los niños. Asada cortada en dados puede comerse con los dedos, sola o aderezada con unos copos de queso, que le va muy bien.
* Castaña. Las castañas son uno de los manjares del otoño y asadas o cocidas, que son más tiernas, suelen gustar mucho a los peques. Es una buena idea para la hora de la merienda o, mejor aún, para el desayuno aunque ahí a veces las prisas no nos dejen tiempo para ello.
* Granada. Si, es verdad que es una fruta que puede resultar un poco complicada de comer para los peques, pero si la desgranas tú (cortándola por la mitad, la pones boca abajo sobre un cuenco sujetándola con una mano y golpeas con fuerza con una cuchara de madera con la otra mano) y le pones un babero o baby que no te importe ensuciar, es una fruta muy rica. Los granitos color rubí son muy llamativos y atractivos para los peques, ya sea para comer con la mano o con cucharilla, y su sabor dulce es muy agradable. También la puedes añadir a ensaladas o servir sobre yogur, por ejemplo.
* Chirimoya. Su pulpa color crema es muy agradable y fácil de comer por los más peques; se puede sacar a cuchara y retirar fácilmente las semillas que son grandes y bien visibles. Además es rica en minerales y vitaminas C y del grupo B.
* Setas. No cualquier seta es recomendable para los niños pero si hay muchas que les gustarán. por supuesto, estamos hablando de setas con toda la seguridad, no de lanzarse a coger setas silvestres sin conocimientos y luego comerlas. Los pequeños pueden disfrutar de muchas preparaciones que les vayan haciendo el paladar a nuevos sabores como una tortilla de champiñones o unas croquetas de boletus, unas albóndigas de pollo con setas de ostra o empanadillas de merluza y shiitake.
* Frutos del bosque. Son sabrosos, visualmente atractivos, muy fáciles de comer, riquísimos en vitamina C y antioxidantes, tienen muchas posibilidades en la cocina… vamos, que hay un montón de razones para ofrecérselos a los niños. Solos, con queso fresco o yogur, en ensalada… son una delicia que merece la pena que disfruten tus hijos.
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