Un animal no es un juguete. Es algo que todos sabemos pero que no todo el mundo comprende. Cada año se regalan en Navidad miles de animales y en las protectoras y refugios de nuestro país bien saben que las semanas siguientes crecen los abandonos de animales.
La Navidad puede ser una buena ocasión para traer un miembro más a nuestra familia, pero no el motivo para hacerlo; hacerse cargo de un animal es una responsabilidad que se debe adquirir con plena consciencia de lo que supone. Porque a un perro, un gato, un hamster, etc… no se les puede quitar las pilas cuando nos cansamos de jugar con ellos; son seres vivos y requieren cuidados y atención. Cuestan tiempo, cuestan dinero, hay que educarles, quererles, alimentarles, llevarles al veterinario cuando están enfermos, protegerles del frío del calor… Y dan muchas alegrías, traen muchas cosas buenas a nuestros hogares, a nuestras familias. Pero hay que ser conscientes de lo bueno y de la responsabilidad que conllevan y si aceptamos traer uno a nuestro hogar, que sea para siempre.
En España se abandonan unos 200.000 animales domésticos cada año. Un estudio de la Fundación Affinitiy afirma que más del 11% de los perros que entran en las protectoras provienen de regalos de Navidad. Protectoras y refugios están repletos de animales que un día (la mayoría) formaron parte de una familia y tuvieron un hogar, pero que después fueron abandonados; porque hacen pis y cacas, porque a sus dueños les parecieron una molestia para llevarse de vacaciones, porque gimoteaban al quedarse solos y molestaban a los vecinos, porque arañaban o mordían los sofás, etc… Perros, gatos, animales exóticos, caballos caros de mantener y muchas especies más. No son juguetes, son seres vivos.
Si quieres aumentar la familia y llevar a tu hogar una mascota, tienes decenas de asociaciones en España en las que puedes hacerlo responsablemente. Pero no lo hagas por moda, por lo mono que queda regalar un animalito en Navidad o porque los niños lo han pedido aunque a ti no te haga mucha gracia, porque entonces empezamos mal; hazlo sabedor de todo lo bueno que te puede aportar vivir con una mascota, pero también del coste (monetario, emocional, de tiempo y de responsabilidad) que supone vivir con un animal en casa.
Algunas cosas que conviene que pienses antes de regalar una mascota por Navidad.
* ¿Quiere una mascota la persona a la que se lo quieres regalar? Porque quizá le encanten los animales, pero de eso a querer compartir su vida con uno hay un abismo y no todo el mundo que ama a los animales está en condiciones de aceptar uno en su vida. Quizá le encantaría hacerlo pero las circunstancias actuales no se lo permiten, simplemente.
* ¿Quieren tus hijos una mascota pero tú o tu pareja no estáis convencidos? El animal vivirá con todos vosotros y todos deberíais darle el si antes de que llegue. Eso de "ya le cogerá cariño" no necesariamente es así; por el contrario, muchas personas deseosas se ven abrumadas por las responsabilidad real que supone hacerse cargo de un animal, si una ya no está convencida, las dificultades, crecen.
* ¿Puedes permitirte monetariamente mantener al animal que quieres? ¿Incluso aunque surjan problemas de salud o accidentes que en principio no habías pensado?
* ¿Tienes sitio en tu vida y en tu hogar para el animal elegido? Espacio físico, espacio afectivo, tiempo (y ganas de ocuparlo como él necesita) para dedicarle a diario…
* Si te vas de vacaciones, si te pones enfermo, si tienes que cambiar de trabajo… ¿cómo le afectará a él?
Vivir con una mascota es algo maravilloso, pero hagámoslo de forma consciente. Que la Navidad sea la ocasión para traerlo a nuestras vidas, no el motivo.
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