La Navidad es un tiempo de diversión, de buenos sentimientos, de celebración y de disfrutar en familia. También es un tiempo en el que hay que tener especial cuidado con nuestras mascotas, pues les acechan algunos peligros que tenemos que procurar minimizar a toda costa. Estos son algunos de ellos.
* Espumillón, cintas y guirnaldas de luces. Hay que tener cuidado porque si nuestra mascota es muy juguetona y traviesa, puede enredarse con ello o incluso llegar a estrangularse. También hay que tener cuidado de que no lo ingiera y en el caso de las luces, procura que sean leds o de tacto frío, para que no puedan provocar quemaduras por contacto.
* Ponsetia o flor de Pascua. Debe estar fuera de alcance de nuestra mascota, pues ingerida su savia es venenosa. Aun cuando no ingiriera mas que una pequeña cantidad de la misma, podría darle problemas de estómago a un perro o un gato pero podría ser letal para un animal de menor tamaño y peso. Ante la duda, mejor fuera de su alcance.
* Árbol de Navidad y otros adornos. Hay que tener cuidado con el árbol de Navidad, procurando que esté bien anclado al suelo para que aunque nuestra mascota trate de subirse a él no se venza a una lado y acabe aplastándolo o provocándole una lesión y mucho cuidado si tiene luces y sonido de que no trate de morderlas y pueda electrocutarse. Cuidado también con otros adornos que le puedan atraer y por su tamaño o material puedan resultar igualmente peligrosos.
* Comida. Con todo, el principal peligro para nuestras mascotas, es el exceso de comida que pueden ingerir, si les alimentamos de sobras y que puede provocarles desde empachos a colapsos intestinales. Hay que ser muy cuidadosos también para que no coman alimentos que no les sienten bien, sea por descuido nuestro o porque los pequeños de la familia les den chucherías no adecuadas para ellos.
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