Aunque popularmente llevarse como el perro y el gato haga referencia a una mala relación lo cierto es que la buena convivencia entre perros y gatos es posible. De hecho son muchos los hogares felices en que perros y gatos forman parte de la misma familia. Algo que es más fácil cuando al menos uno de ellos, si no ambos, llega al hogar siendo un cachorro. Pero también es factible la buena relación entre perros y gatos que comienzan a convivir de adultos. Estos consejos te ayudarán a lograr la feliz convivencia entre miembros de ambas especies.
Convivencia entre perros y gatos, consejos para una relación feliz.
Respeta la organización y forma de relación propia de cada especie.
Algo importante a tener en cuenta en la convivencia entre perros y gatos es que cada especie tiene una forma de organización y relación diferentes. El perro busca el grupo, vivir en sociedad. El gato en general prefiere vivir en solitario y defiende su territorio de lo que considera una invasión. Al comenzar a convivir esas diferencias llaman la atención. Aunque te resulte tentador solo debes intervenir si hay riesgo de que se hagan daño. En caso contrario, es preferible dejar que se comuniquen y que se organicen ellos mismos respetando sus diferencias.
Separa sus zonas en la casa para un buen inicio de convivencia entre perros y gatos.
No pongas la comida y bebida del perro al lado de la del gato. Al menos mientras se están conociendo, al cabo del tiempo y según su actitud puedes cambiar esto o dejarlo como está. Pero en un principio es necesario que estas estén separadas. La comida del gato mejor en una zona alta o inaccesible para el perro, ya que le proporcionará la tranquilidad de no ser molestado por este al comer. En cuanto a la del perro, lo ideal es que si le das la comida en un horario determinado en ese momento el gato no tenga acceso a dicha zona. La razón es que así no se acercará a curiosear, algo que podría ser interpretado por el perro como un acercamiento para llevarse su comida y que podría suponer que sintiera la necesidad de defender esta.
Además, es recomendable que el arenero del gato esté en un lugar al que el perro no tenga acceso. Si no puedes colocarlo en altura, al principio entorna una puerta o prepáralo del modo que el gato pueda acceder a ello pero el perro no.
Del mismo modo al inicio de la convivencia entre perros y gatos es recomendable que sus camas no estén juntas. El gato se sentirá más cómodo si puede dormir en una zona alta a la que el perro no pueda alcanzar.
Pero no cometas el error de alargar esto en el tiempo. Poco a poco deberán acostumbrarse a convivir entre ellos. Debes buscar la buena convivencia entre perros y gatos, no que cada uno se haga amo y señor de una parte de la casa.
Dedica atención, cuidados y mimos a ambos.
No debes provocar los celos de un animal ni generar en ellos la sensación de que no son bien recibidos a tu lado. Sé cariñoso con ambos cuando se te acerquen, dales mimos, caricias, háblales y dales premios si así lo consideras. Pero tampoco fuerces ser equitativo con los mimos ya que no todos los animales son igual de mimosos. Su forma de ser y relacionarse contigo puede ser diferente y eso no es mejor ni peor. Y no tiene tanto que ver con la especie sino con la personalidad de cada animal.
Proporciona diversión y canaliza la energía de perros y gatos según sus necesidades.
Divertirse y canalizar correctamente la energía ayudará a que tengas una actitud más proclive a la buena relación entre el perro y el gato. El tema de los juguetes puede ser complicado por una cuestión de posesión pero hay otras formas de proporcionarles diversión y hacer que quemen energía. Los paseos del perro y los juegos de olfato o actividades conjuntas perro y humano como el canicrós, entre otras, son muy beneficiosas para este. Un sistema de juego en altura para subir, bajar y trepar y sentirse activo es muy interesante para el gato.
No obstante cada animal tiene un nivel de energía y necesidad de juego y movimiento diferente. Cuestiones como su edad, salud y personalidad influyen en ello.
Consultar con un etólogo, una buena idea al inicio de la vida junto a un perro y un gato.
Un etólogo de confianza te ayudará a resolver tus dudas sobre la conviviencia entre perros y gatos de forma concreta y te dará las pautas para ayudarte, si así lo necesitas, teniendo en cuenta no generalidades sino tu caso concreto. Así que antes de proceder a la presentación entre el perro y el gato es recomendable contar con el número de un etólogo de confianza con el que consultar en caso de necesidad.
Estos consejos te ayudarán a logra una buena convivencia entre perros y gatos después del momento crítico de la presentación. Ten en cuenta que aunque hayas conviviendo antes con perros y gatos son seres vivos y que se hayan llevado bien o mal no tiene que ver con lo que ocurrirá con otras mascotas.