Un jardín de bajo mantenimiento es aquel que a lo largo de su vida necesita poco trabajo y dinero para mantenerse como el primer día y lucir bello y cuidado. Ahorrar en recursos humanos y económicos sin que el diseño de resienta. Si quieres un jardín bonito pero sabes que no puedes o no quieres dedicar mucho tiempo a su cuidado , al diseñar tu jardín tienes que tenerlo en cuenta. Si quieres saber cómo crear un jardín de bajo mantenimiento, sigue leyendo.
* Césped. Muchas personas no se dan cuenta de lo demandante que es un césped hasta que tienen que ocuparse de su cuidado; riegos, cortes, tratamientos, resiembras… Para crear un jardín de bajo mantenimiento deberás reducir al mínimo la superficie de césped, optar por una mezcla que aguante bien el clima de tu zona y que sea de lento crecimiento. O, directamente, prescindir de él.
* Suelos y caminos. Si eliminas el césped o lo reduces mucho, necesitas otro tipo de superficie para los suelos; pueden ser losetas de larga durabilidad, que también puedes emplear en caminos. Si eliges bien no tiene por qué resultar aburrido ni demasiado urbano; prueba a combinar colores y tamaños diferentes aún con el mismo material para diferenciar zonas de relax y caminos. Evita los materiales que puedan crear musgo o zonas decoloradas con la humedad o el sol, los que se degradan rápidamente con el paso del tiempo, los que son tan rugosos o tienen tantas estrías que hacen que la suciedad y el barro se quede en ellos.
* Plantas. Elige en la medida de lo posible las propias de la zona en la que está ubicado el jardín, pues por adaptación al clima y al suelo, serán las que menos trabajos de mantenimiento requieran. Huye de las delicadas y proclives a ser fácilmente atacadas por hongos, plagas y enfermedades.
A la hora de decantarte por los árboles, prefiere los de hoja perenne; es terrible el trabajo que pueden dar durante el otoño los árboles de hoja caduca. Si vives en una zona de nieves, tampoco te interesan coníferas con forma de columna, que te obligarían a atarlas para evitar que se deformen con el peso de la nieve.
Elige arbustos que sean coníferas o vivaces que necesiten pocos cuidados a lo largo del año.
Los grupos de coníferas en rocallas, por ejemplo, son muy buena opción porque son preciosos, puedes ser muy creativa con ellas al crearlas y habitualmente requieren un bajo mantenimiento.
* Cerramientos y bordes. Si quieres un cerramiento natural, elige una planta que no requiera más allá de una poda anual. Una buena opción puede ser un enrejado metálico de calidad, bonito, y tal vez si se adapta bien a tu clima y suelo sin requerimientos especiales, con hiedra que se adhiera y crezca por él. Evita a toda costa cerramientos de madera que haya que tratar, barnizar o pintar cada año.
Para los bordes de los caminos o los parterres opta mejor por ladrillos envejecidos o losetas pequeñas (se pueden barrer, regar, fregar…) que por materiales naturales y que requieran más atención como puede ser la corteza de pino. Los guijarros o cantos rodados son muy bonitos y están bien para zonas secas, pero en zonas húmedas pueden ser un problema y generar musgo o quedar ocultas por el barro fácilmente.
* Mobiliario. Elige bien los materiales. Los metálicos son de bajo mantenimiento, los de madera requieren tratamientos anuales, los de plástico no son los más bonitos, por nombrar sólo los más habituales. Evita el cristal, que necesita mucha limpieza, y los de paja o bambú salvo que estés dispuesto a cubrirlos o guardarlos cada vez que amenace lluvia. La piedra puede ser una buena opción.
* Otros elementos. Si en el jardín que quieres crear van incluidos elementos como fuentes, esculturas, casitas para pájaros o para ardillas, veletas, hornacinas o celosías, piensa antes de decidirte a incluirlas qué cuidados necesitarán a lo largo del tiempo y si te compensa tanto en trabajo como en dinero dicho mantenimiento.
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