Servir una tabla de quesos y embutidos para un menú de celebración, en Navidad o cuando recibes invitados es una excelente idea. Pero si la sirves sola puede resultar una opción muy pobre. Saber con qué acompañar una tabla de embutidos y quesos es el mejor modo de llevar a la mesa una tabla atractiva, apetecible y deliciosa para sorprender y agradar a tus invitados.
Con qué acompañar una tabla de embutidos y quesos.
Frutos secos y frutas secas.
Tanto los frutos secos como las frutas secas son perfectos para acompañar una tabla de embutidos y quesos. Los primeros por su punto crujiente, las segundas por su dulzor que actúa como contrapunto a la sazón de quesos y embutidos.
Lo ideal es servir varios, en la misma tabla o, mejor aún, en pequeños cuencos uno para cada tipo concreto de acompañamiento. Avellanas tostadas, almendras peladas, nueces peladas o anacardos crudos, por ejemplo, con algunos de los frutos secos ideales para servir con tablas de embutidos y quesos. Es importante que no uses frutos secos salados porque tanto el queso como los embutidos ya cuentan con sazón suficiente.
En cuanto a las frutas secas, procura utilizarlas sin hueso. Albaricoques secos, uvas pasas, ciruelas pasas deshuesadas o higos secos son solo algunas de ellas.
Fruta fresca.
Si te preguntas con qué acompañar una tabla de embutidos y quesos que quede bien, sea rico y ayude a disfrutar de una buena experiencia gastronómica, la fruta fresca es una excelente elección.
No todas las frutas frescas van bien con una tabla de quesos o una tabla de embutidos, pero son muchas las que sí lo hacen. Comenzando por las tradicionales uvas para acompañar quesos. Albaricoques secos, mango, manzana, higos o melocotones son algunas de ellas.
Al preparar frutas para acompañar tablas de embutidos y quesos debes tener en cuenta como su oxidación o que tengan un corte que facilite su consumo. Peras y manzanas, por ejemplo, tendrás que prepararlas en el último momento y en poca cantidad. Albaricoques y melocotones, podrán ir pelados, deshuesados y cortados en gajos o dados en un cuenco o en una fuente.
Masas saladas y semidulces.
Regañás, picos de pan, rebanadas de pan fresco o tostadas son algunos acompañamientos tradicionales para una tabla de embutidos y quesos. Pero también algunas masas dulces son buenos acompañamientos para este tipo de tablas. Como brioches o minicroissants, por ejemplo.
Ensaladas verdes y crudités.
Si buscas con qué acompañar una tabla de embutidos y quesos que sea ligero y apetecibles, las ensaladas verdes y los crudités son muy buenas opciones. Tomatitos cherry, bastoncitos de zanahoria o tallos de apio irán muy bien con estas tablas.
La próxima vez que dude con qué acompañar una tabla de embutidos y quesos, recuerda estas deliciosas opciones. Son muy fáciles y prácticamente no te darán trabajo alguno.