Con el calor cada vez da más pereza tomar preparaciones calientes y apetecen más comidas frías. Para un capricho, un día especial en casa o para sorprender a tu familiar una tarta es el mejor colofón para un menú. Te contamos cómo hacer tarta de queso y arándanos sin horno para un postre de escándalo con el que triunfar por todo lo alto.
Cómo hacer tarta de queso y arándanos sin horno.
Qué ingredientes necesito para una tarta de queso y arándanos fría.
Preparar tarta de queso y arándanos fría es muy fácil. Y el primer paso consiste en hacer la compra. Todos los ingredientes puedes tenerlos comprados con antelación salvo los arándanos azules que es mejor comprarlos el día que vas a hacer la tarta o, al menos, de víspera. Es verdad que hay versiones de tarta de queso con mermelada de arándanos pero son menos sabrosas y vistosas. No obstante son una buena alternativa si no tienes arándanos frescos a mano.
Para hacer tarta de queso y arándanos en esta deliciosa versión necesitas los siguientes ingredientes:
- 300 g de arándanos azules
- ½ l de nata mínimo 30% MG
- 100 g de azúcar
- 2 cucharadas de sirope de savia de arce
- 200 gramos de galletas de vainilla
- 250 g de queso crema o queso de untar
- 100 g de mantequilla sin sal
- 8 gramos de agar agar en polvo
- la piel limpia de medio limón
Cómo hacer la base de la tarta de queso y arándanos.
La base de la tarta de queso sin horno con arándanos es de galleta. Hay muchos tipos de galletas pero las más apropiadas en este caso son las de vainilla. Si no tienes, utiliza unas galletas de desayuno clásicas, tipo maría, y añade unas gotas de esencia de vainilla.
Para hacer la base de galleta de la tarta de queso tienes que comenzar por tener la mantequilla fuera de la nevera. Conviene que esté blanda, pero no debes calentarla en microondas para que no se funda. Lo ideal es lo que se conoce como punto pomada.
El siguiente paso es triturar las galletas. Puedes hacerlo en un mortero, en un robot de cocina o poniendo las galletas en una bolsa encima de la mesa y aplastándolas con un rodillo de cocina hasta hacerlas migas.
Mezcla migas de galleta y mantequilla hasta tener un compuesto homogénero y extiéndelo en el fondo del molde de aro desmoldable que vayas a utilizar para la tarta de manera uniforme. Recuerda que debe ser alto. Introduce en la nevera para que enfríe rápidamente y coja la textura deseada.
Cómo hacer tarta de queso y arándanos; la deliciosa capa de queso.
Cuando te planteas cómo hacer tarta de queso y arándanos sin horno es la alta capa de queso la parte más importante para el éxito del postre. Se puede hacer con distintos tipos de gelatina. En este caso con agar agar que es una gelatina vegetal marina, es decir, de un alga. Es una gelatina natural y saludable muy fácil de usar. Aquí, al ser en polvo, no necesita remojo previo.
Pon en un cazo el azúcar, la nata y el queso cremoso y cocina removiendo hasta obtener una mezcla homogénea. Añade el agar agar en polvo, hierve tres minutos y retira. Vierte en el molde y deja enfriar muy bien.
La ventaja de usar agar agar como gelificante es que no necesitas meterla en la nevera al instante. Puedes enfriarla primero a temperatura ambiente e irá cogiendo textura. Así si tienes cosas delicadas en la nevera no sufrirán por el cambio de temperatura que se da al introducir algo caliente en ella.
Cómo preparar los arándanos para hacer una tarta de queso sin horno.
La parte final de la tarta es la cobertura. En esta receta de tarta de queso y arándanos estos últimos van de dos modos; cocinados y crudos. Una doble cobertura que le da un aspecto, sabor y juego de texturas fantásticos.
Lava 200 gramos de arándanos y ponlos en una cazo con la piel de limón y el sirope de savia de arce. Si eres muy, pero que muy goloso y te planteas cómo hacer tarta de queso y arándanos dulce puedes añadir también dos cucharadas de azúcar. Añade 50 mililitros de agua y deja cocinar a fuego muy suave, removiendo de vez en cuando, unos 20 minutos. Los arándanos deben quedar blandos, ligeramente caramelizados, algo machacados y muy melosos. Si es necesario puedes añadir un poco más de agua o de zumo de arándanos.
Deja entibiar y tras retirar la piel del limón viértelo sobre la superficie de la tarta. Debe quedar una capa. Aunque por su textura nunca pueda ser homogénea sí interesa que sea lo más uniforme posible.
Lava el resto de los arándanos, sécalos cuidadosamente y disponlos en una capa encima de los arándanos cocinados.
Cuando todo esté bien frío ya está lista la tarta para servir. Desmóldala. Cuando te plantees cómo hacer tarta de queso y arándanos sin horno para un postre rico ten en cuenta esta receta. Es muy fácil y el resultado será todo un éxito.
