El brócoli es un superalimento lleno de beneficios para el organismo que no debería faltar en nuestra dieta habitual. Te contamos cómo cocinar el brócoli, las diferentes técnicas básicas de prepararlo para lograr con el sabrosas recetas y sacarle el máximo partido a sus nutrientes. Lo mejor, es ir variando sus modos de preparación para obtener lo mejor de él.
* Hervido o cocido. Se pone a hervir abundante agua con sal y se cuece en ella unos minutos, dependiendo del punto de cocinado que más te guste. Algunos nutrientes pueden quedarse en el caldo, así que interesa aprovecharlo.
* Al vapor. Es una de las formas en que mejor se aprovechan sus nutrientes. También puedes aprovechar después el caldo. Si lo dejas “al dente”, mucho mejor. Puede tomarse luego tal cual o con algún aderezo.
* Asado. El brócoli puede prepararse asado en el horno, ya sea la pieza entera o los ramilletes de flor por separado. Puede aderezarse después, por ejemplo con una vinagreta de verduritas crudas.
* Salteado. Se hace a fuego vivo en un wok, con una pequeña cantidad de aceite de oliva virgen extra o de sésamo. Queda muy rico. Es preferible no hacerlo en exceso, que tenga un punto crujiente pero cocinado.
* A la plancha. Hay que laminarlo para que se haga bien por todos sus lados, aunque no hace falta que las láminas sea muy finas. Puedes hacerlo sobre una plancha de cocina con un poco de aceite de oliva virgen extra, o sobre una plancha eléctrica o un teppanyaki
* A las brasas. Se cocina en brochetas sobre una parrilla o en una bandeja metálica con agujeros, como otras verduras. No es el modo en el que más se aprovechan todos sus nutrientes, pero es un acompañamiento delicioso para carnes y pescados cocinados en barbacoa.
* En freidora. Principalmente cortado en lonchas no muy finas o en ramilletes pequeños, en tempura o pasta orly. Se sumerge unos minutos en el aceite ya caliente y se saca a una fuente con papel absorbente de cocina para retirar el exceso de grasa de la fritura.
* Guisado o estofado. No debe cocinarse por un tiempo muy largo para que no pierda nutrientes. El jugo que suelte, se debe comer también. Puede ser el protagonista del guiso o el acompañamiento de otros ingredientes.
* Crudo. En ensaladas o aliñado con salsa vinagreta, por ejemplo. Hay que lavarlo muy bien. Es una forma estupenda de aprovechar una gran parte de sus nutrientes.
* Papillote. Se cocina en el horno o microondas envuelto en papel de hornear. También pueden usarse papillotes sobre las brasas, en ese caso la envoltura se hace con papel de aluminio. Se concentra mucho el sabor y queda muy rico.
Como ves, hay muchísimas formas de comer y disfrutar del sabor y los beneficios nutricionales del brócoli. No dejes de probarlo de diferentes formas para aprovechar todos sus nutrientes. En esta época del año, además, está en muy buen momento.
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