Planificar la Navidad en un año atípico en el que los cambios pueden surgir en cualquier momento y todo puede cambiar de un día para otro puede parecer complicado. Desde luego, obliga a afianzar nuestra capacidad de adaptación. Y no permite rigidez salvo que quieras que el estrés forme parte de la ecuación. Así que es momento para planificar de un modo distinto la Navidad, con más planes B y menos certezas, pero con la misma ilusión.
Planificar la Navidad en un año lleno de cambios, consejos.
Ten siempre un plan B a mano o incluso un plan C si te agobia improvisar.
No todo el mundo tiene capacidad para improvisar o para aceptar bien los cambios en sus planes. ¿Es tu caso? Para evitar que esto te genere un estrés preocupante, nada mejor que establecer planes alternativos. Es más que crear un plan B, quizá necesites disponer de un plan C o incluso un plan D. Pero si de ello depende en buena manera tu equilibrio emocional, no dudes en dedicar tiempo para ello como parte de los pasos a dar antes de Navidad.
Determina un presupuesto para Navidad y cúmplelo a rajatabla.
Uno de los puntos más mundanos al planificar la Navidad es hacer un presupuesto navideño realista y práctico. Si además estás en un momento complicado y con pocas certezas, esto es más importante que nunca. Así que dedícale un tiempo, no solo te ayudará a ahorrar dinero, también disgustos. No te conformes con un presupuesto general, pues es más complicado de seguir y respetar. Divídelo en partidas, te ayudará a cumplirlo.
Ocúpate de la decoración al planificar la Navidad.
La decoración navideña ayuda a meterse en ambiente y si es lo que quieres, es una de las primeras cuestiones a planificar antes de Navidad. Así que ponte a ello y disfruta del momento. Este año no en todas las ciudades y pueblos se va a poner una decoración callejera como la de otros años. Así que si para ti el ambiente es importante, en tu mano está colaborar a ello decorando tu casa con mimo y encanto.
No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy.
Procrastinar puede ser una tentación cuando se trata de planificar la Navidad. Pero no dejes para mañana lo que puedas haber hecho ayer. En este tiempo en que las cosas pueden cambiar en un instante, y eso incluye qué comercios estarán abiertos o qué se agota en las tiendas, no es momento de dejar a un lado las tareas importantes. Hay cosas que pueden esperar y otras que no merece la pena arriesgarte a perder. Así que ocúpate de estas últimas en primer lugar y cuanto antes.
Valora bien si de verdad te interesa comprar a plazos en Navidad.
En un mundo cambiante, ¿merece la pena asumir una deuda por una Navidad más consumista? Valora lo que es importante de verdad. Y si eso implica o no asumir una deuda que no sabes si vas a poder asumir o no en el futuro, aunque sea pequeña. ¿Te merece la pena arriesgar en este sentido?
Estos pequeños consejos te ayudarán a planificar la Navidad en un año atípico en todos los sentidos. No te agobies y disfruta.