Quieres disfrutar de unas buenas vacaciones, ¿pero no sabes cómo hacerlo gastando poco dinero? Te damos algunas pistas y trucos que te ayudarán, y mucho. Toma nota y este verano ponlas en práctica para disfrutar de unas buenas vacaciones gastando poco dinero.
1.- Si todo lo que necesitas está cerca, no vayas lejos.
Algunas veces queremos viajar lejos, pero otras solamente queremos disfrutar de sol y playa, o de campo y relax, o de fiesta y buena comida, o de montaña y deporte. Quieras lo que quieras, ten en cuenta que los viajes largos encarecen el viaje, habitualmente. Si lo que realmente quieres está cerca, ¿por qué irte más lejos gastando más dinero?
2.- Ser previsor ayuda, pero las ofertas de última hora, también.
¿Te da igual tu destino, te gusta improvisar y te encanta lanzarte a lo desconocido? Eres la persona perfecta para disfrutar de las ofertas de última hora. Sabes que te arriesgas a no encontrar nada que te guste, pero ¿y si encuentras el chollazo de tu vida? Algunas personas tienen la sangre fría de dejar todo para el día antes (y lo decimos de forma literal) de su salida vacacional, esperando un ultra descuento porque otra persona haya cancelado su viaje a última hora o porque un viaje en ruta necesite completar su pasaje para rentabilizarlo.
3.- Disfruta de todo el ocio gratis que puedas, según tus gustos.
Haz una lista de cosas que te gusta hacer en verano y que no te cuestan dinero. Mente abierta, papel y lápiz en mano. Probablemente sean más de las que piensas. Por ejemplo ¿Tomar el sol y dormir hasta tarde? ¿Ir de verbena o ver los fuegos artificiales en las fiestas populares? ¿Hacer deporte para el que ya cuentas con equipación? ¿Disfrutar de una buena puesta de sol o contemplar las estrellas? No te dejes nada en el tintero. Intenta disfrutar de todo ello en tus vacaciones, tú mismo has dicho que te gusta y sabes que no cuesta dinero.
4.- Ten claro que no siempre lo más barato es lo más económico.
Cuando hablamos de barato, es lo de menor precio. Cuando hablamos de económico es lo que tiene mejor precio respecto a su calidad. Hay cosas en las que no te interesa ahorrarte unos euros, por ejemplo, no te compensa un hostal de mala muerte lleno de bichejos, sin aire acondicionado y en una zona de marcha si quieres unas vacaciones de descanso y relax, por mucho que cueste una cuarta parte que un hotel bien acondicionado, tranquilo y con todas las comodidades básicas cubiertas. Si por ahorrar un día te vas a pasar dos enfadada, enferma o agotada, no te compensa.
5.- El alojamiento es lo que más encarece las vacaciones.
Tenlo en cuenta y contempla fórmulas que lo abaraten sin perder calidad de vida en tu estancia. ¿Necesitas estar en primera línea de playa o te compensa pagar la mitad y dar un paseo de 5-10 minutos para bajar a la misma? ¿Vas a hacer uso diario de un jacuzzi en tu habitación de una casa rural, o puedes pagar menos por ella y contratar el uso de spa el día que te apetezca? Plantéate siempre bien las cosas y las alternativas posibles antes de tomar una decisión.
6.- Cuidado con los gastos “extras” no previstos.
La letra pequeña puede llegar a ser muy dolorosa. Mucho más de lo que te imaginas. En un crucero, por ejemplo, ¿sabes cuánto te costarán las propinas obligatorias, las tasas de puerto o los recargos por combustible? ¿Has tenido en cuenta el coste de los traslados en taxi de aeropuerto a hotel y viceversa? Piensa bien sobre esos pequeños gastos que en realidad no son extras, pues no te queda otro remedio que hacerlos, y tenlos en cuenta a la hora de preparar tu presupuesto vacacional.
7.- Reparte tu presupuesto de gasto extraordinario durante los días vacacionales. Y respétalo.
Ahí debería ir todo lo que no esté previamente incluido en tu viaje, sea comida y bebida, ocio, compras, etc… No tienes por qué asignar la misma cuantía a todos los días, pues si tienes pensado algo especial para alguno de los días (ir a un restaurante determinado, a un parque temático o a algún espectáculo, por ejemplo) puedes asignar una mayor cantidad a ese día concreto. Pero repártelo y respétalo o puede que te veas los últimos días sin dinero o teniendo que hacer un gasto añadido que no tenías pensado.
8.- Disfruta de la gastronomía local, lejos de las zonas masificadas por el turismo.
¿Te gusta comer bien? Pues no siempre lo conseguirás en los locales más concurridos, ni lo harás al mejor precio. Pregunta a las personas locales y no tengas miedo de salirte de las zonas para turistas, salvo que hablemos de lugares del mundo peligrosos. Al contrario.
9.- Mira siempre con lupa la lista de precios.
Que te quede claro lo que te va a costar lo que pidas, si hay costes añadidos por sentarte en una zona u otra del local (terraza, reservado, comedor común…), si te cobrarán el pan aparte y cuánto, etc… Todos los años saltan a las noticias gastos abusivos de esta índole que te pueden amargar las vacaciones.
10.- Compara, pero de verdad.
No te conformes únicamente con entrar a los típicos comparadores web. Una vez que te decides, ¿no es mejor consultar directamente en el hotel escogido, por ejemplo, antes de formalizar la reserva? Te sorprenderías de los cambios que puede haber también ahí.
11.- Infórmate en tu lugar de destino de actividades gratuitas.
Una vez en tu destino o antes de llegar a él, visita la página web municipal o de las instituciones locales y anota todas las actividades de ocio gratuitas que te parezcan interesantes. Ten en cuenta fiestas populares, exposiciones, exhibiciones, etc…
12.- Servicios incluidos que ahorran dinero.
No siempre los tenemos en cuenta y al final la diferencia de gasto puede ser muy grande. Por ejemplo, un apartamento o chalet alquilado con piscina respecto al pago de la entrada a una piscina municipal por parte de toda la familia. Tendemos a pensar que cuesta más lo primero por la comodidad, pero no en todos los casos es así. Míralo bien también en otras cuestiones como los desayunos incluidos, las plazas de parking cerradas o los espectáculos y bailes nocturnos.
¿Prepara para disfrutar este verano de unas buenas vacaciones gastando poco dinero?
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