Saber cómo organizar el tiempo de estudio es fundamental para el éxito en los mismos. Tener una estrategia práctica para encaminar bien el esfuerzo es un paso imprescindible para lograrlo. Sea el estudio tu principal ocupación o debas compaginarlo con otras obligaciones (trabajo, familia, etc…) tener las armas necesarias para que tu tiempo sea productivo y esté bien repartido y organizado es fundamental para hacerte la vida más fácil.
A continuación verás cómo calcular cuánto tiempo dedicar a cada asignatura semanalmente y cómo organizar cada sesión de estudio para un mejor aprovechamiento del tiempo, de tus recursos y de tu esfuerzo para lograr las mejores notas. Obviamente no es lo mismo un tipo de asignaturas que otras; en unas es importante memorizar, en otras comprender, en otras practicar y en muchas un conjunto de estas cuestiones. Pero este procedimiento previo te orientará en el mejor camino para el éxito en tus estudios.
Estés estudiando una carrera, una oposición, un curso profesional o quieras ayudar a tus hijos a que organicen bien su tiempo de estudio ahora que están cerca los exámenes finales, te aconsejo que sigas este método para lograrlo. También te aconsejo volver a hacerlo al inicio del próximo curso y que a lo largo de dicho curso lo revises (cada 2-3 meses o tras cada evaluación) para readaptarlo en caso de ser necesario. Será sólo cosa de un rato y te ahorrará a posteriori mucho tiempo y esfuerzo.
Lo primero que debes hacer es escribir (con bolígrafo y papel o en el ordenador) una lista con todas tus asignaturas, en un orden cualquiera. Seguidamente tendrás que numerar dichas asignaturas en función de su importancia, siendo el uno el número adjudicado a la asignatura más importante, el dos a la siguiente en importancia y así sucesivamente. Lógicamente la importancia en muchas ocasiones es una cuestión subjetiva, de apreciación; pero tú eres la que va a estudiar y en este caso tu apreciación es la que cuenta. Quizá pasado un tiempo cambies de opinión, bien, no hay problemas, en parte por eso te recomiendo cada cierto tiempo revisar el proceso partiendo de cero.
Ahora con otro color vuelve a numerar las asignaturas, esta vez en orden de dificultad. Asigna el número uno a la asignatura que consideres más difícil, el número dos a la que le siga en dificultad y así hasta haber numerado todas las asignaturas. Como con el paso de las semanas y del estudio esta apreciación puede variar, éste es otro de los motivos por los que revisar el proceso desde el principio cada 2-3 meses o tras cada evaluación.
Ahora que ya tienes numeradas todas las asignaturas, sólo tienes que sumar las dos cifras que has asignado a cada asignatura y elaborar una nueva lista, ahora ordenándolas y dando el primer lugar a la asignatura que haya logrado la cifra más baja y el último a la que haya logrado la más alta.
Llega el momento de decidir qué tiempo vas a dedicar al estudio cada día de la semana. Escribe el día de la semana y el tiempo que tienes pensado dedicar en función de tus posibilidades. Suma todo para saber el tiempo que estimas dedicarás al estudio personal cada semana.
Es el momento de distribuir dicho tiempo entre tus asignaturas. Aquí tendrás que hacer el trabajo tú dependiendo del número de las mismas y del número de horas de que dispongas, no puedo elaborar una tabla tipo apta para todo el mundo, pero ten en cuenta que la asignatura que hayas colocado primera en la segunda lista tendrá que ser a la que más tiempo dediques y a la última, la que menos.
Si te sirve de orientación, te diría que en caso de tener 8 asignaturas dediques el 20% del tiempo a la asignatura primera en la lista, el 15% a la segunda y tercera de la lista, el 10% del tiempo a las situadas en 4º, 5º y 6º lugar, y el 5% a las 7ª y 8ª. Eso equivaldría en una semana tipo de 20 horas de estudio (4 horas de lunes a viernes o 3 horas de lunes a viernes y 5 el sabado por la mañana, por ejemplo) a dedicar cuatro horas a la asignatura más importante y dificil y una hora a las dos más fáciles. Pero te reptio, estas cifras son simplemente orientativas; puede que tú tengas menos o más asignaturas y más o menos tiempo semanal para dedicar al estudio.
Una vez tengas claro y escrito el tiempo que dedicarás a cada asignatura, llega el momento de repartirlo a lo largo de la semana. Coge tu horario de clases Mi recomendación es no hacer sesiones menores de 35 minutos ni mayores de una hora (lo ideal sería en torno a los 45-50 minutos por sesión) ni descansos entre ellas de más de 10 minutos, salvo que sea necesario para transporte, cena o cuestiones semejantes. Procura, sobre todo en el caso de las asignaturas que han quedado en los puestos más altos de tu segunda lista, que tengan alguna sesión de estudio el mismo día que has tenido clase de ellas.
Obviamente si estás preparando alguna oposición o estudias en la UNED, por ejemplo, no tienes un horario de clases predeterminado y es el horario que organices tú el único que cuenta. En ese caso es importante a la hora de elaborarlo que tengas algunas cuestiones en cuenta:
– No dejes pasar más de tres días entre dos sesiones de estudio de una misma asignatura.
– Procura dedicar una sesión cada día a las dos asignaturas situadas en los primeros puestos de tu segunda lista y al menos tres sesiones semanales para las dos siguientes.
En principio, ya tienes organizado tu tiempo de estudio y repartido de la mejor manera. Ahora queda organizar cada sesión para que sea lo más productiva posible, pero ahí hay que diferenciar mucho entre el tipo de estudios y asignaturas; no es lo mismo tener que memorizar, que comprender, que practicar. Ni es lo mismo repasar que aprender. Por eso lo veremos mejor en un artículo posterior.
Por hoy, ya tienes trabajo para empezar a organizarte.
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