¿Tienes que pasar las vacaciones en casa? No te preocupes, puedes pasarlo tan bien o mejor que si las pasases a cientos de kilómetros de casa. Te contamos cómo hacer de las vacaciones en casa algo especial. ¿Tomas nota?
* Ponte un presupuesto para ocio y hazte una agenda de posibles salidas, pero que no sea algo para seguir a rajatabla, que sea sólo una lista de opciones que libremente y en cada momento elegir o no. Busca en tu localidad y las más cercanas qué actos culturales, deportivos o festivos gratuitos se realizarán en las fechas concretas de vacaciones (verbenas, conciertos, exhibiciones deportivas, etc…) y apúntalos en una lista con día, lugar y hora. Haz otra lista con posibles planes de pago (salir a cenar, ir al cine, ir a la piscina municipal…) y precio aproximado de cada plan, incluyendo el transporte si lo necesitaras. Cuelga ambas listas con imanes en la nevera para poderlo consultar fácilmente siempre que quieras.
Incluso con poco dinero o nada, podrás hacer cosas interesantes si eres creativa con tus planes (andar en bici, pasear al anochecer…).
* Ponte un presupuesto para gastronomía añadido al gasto habitual de comida. Valora si te interesa gastarlo fuera de casa (salir de copas, tomar el aperitivo, comprar un helado al salir de paso, comer o cenar fuera si vas de excursión…) o dentro (darte el capricho de un buen vino para las comidas o de frutas exóticas para del desayuno, quizá comprar algunos precocinados de calidad para no cocinar esos días y tomártelos de descanso, disfrutar de postres especiales…).
* Haz una lista de cosas divertidas que hacer en casa. Porque habrá horas de mucho calor en las que no te apetezca salir fuera o si sale un día lluvioso. Pases las vacaciones sola, en pareja o con peques, haz un listado al que recurrir en un momento dado. Quizá puedas tener preparadas unas películas o series que hayas querido ver durante el año y para las que no hayas tenido tiempo o algunos libros que te apetezca leer. Puedes tener todo listo para un baño relajante/refrescante en la bañera si un día aprieta el calor y no puedes o quieres ir a la piscina o preparar algunos juegos de mesa para momentos determinados.
* Si te apetece levantarte tarde, sustituye el desayuno y la comida por un brunch. No hace falta que te compliques cocinando; puedes servir algo de bollería de panadería o pan reciente con algo para untar, frutas frescas, zumos, una copa de vino blanco o cava, y algún embutido magro, por ejemplo. Si pones la mesa con gusto o con algún toque especial (unas flores frescas o la cristalería de fiesta), mejor. Para que no sea rutinario, sitúa la mesa en un lugar fuera del habitual; muévela al balcón o terraza o desplázala frente a la ventana para disfrutar de la luz del día, por ejemplo.
* Apaga el móvil. Desconecta los mensajes instantáneos, no visites las redes sociales en unos días… Es decir, desconecta, pero desconecta de verdad. ¿Te sientes capaz?
* Que las cosas cotidianas se conviertan en algo especial. ¿Cenas en casa? Pues hazlo a la luz de las velas, en el balcón o tipo picnic en el suelo del salón, pero nada de como el resto del año y frente al televisor. ¿Desayuno? Pues claro, pero puedes darte el capricho de desayunar en la cama y sin prisa. ¿Un baño antes de cenar? Vale, pero ¿qué tal con unas velas aromáticas y algo para beber? Convierte lo cotidiano en especial.
* Haz fotos de tus vacaciones. Si, aunque sean en casa. De las salidas, paseos o excursiones, pero también de las comidas especiales, de los momentos de relax… Igual que si estuvieras a cientos de kilómetros en un apartamento de alquiler.
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