Si los días desapacibles te encoges y te dan pereza los planes de ocio fuera de casa, la alternativa es clara; organizarlos tú en tu propio hogar. Para disfrutar con la familia o con los amigos… aquí van siete planes divertidos y fáciles de organizar sin salir de casa, que pueden salvarte del aburrimiento los días más desapacibles del año e incluso algunos que no lo sean tanto, porque muchos se pueden repetir una y otra vez sin caer en el tedio.
1.- Conquista el mundo.
Organiza una partida de Risk y algo de cocina internacional. No hace falta que te compliques la vida, puedes servir pizzas, nachos con guacamole, hummus, quesos franceses o suizos… o encargar a a algún restaurante de cocina china, turca o del país que os apetezca algunas especialidades. Otra opción es pactar un precio por país perdido (desde unos simbólicos 20 céntimos hasta uno o dos euros) y ponerlo todo en un bote para pedir después la comida; en este caso y para no sablear a ningún amigo (no se trata de desplumar a nadie) podéis poner un tope a partir del cuál nadie pondrá más dinero en el bote aunque pierda países (sean 10 euros, 20 o lo que consideréis adecuado).
Se puede jugar individualmente y con ser 3 jugadores es suficiente. Es un plan apto para prácticamente todas las franjas de edad; podéis jugar por parejas, por familias o niños contra adultos, por ejemplo. Las partidas pueden ser largas, así que no es un plan para pasar una horita y aburrirse; todo lo contrario.
2.- Invita a los amigos a merendar.
Da igual la edad que tengas, es un plan que viene bien a cualquier edad, incluso si tienes niños y quieres invitar a otros amigos que también los tienen. Preparar una enorme cazuela de chocolate a la taza (puedes hacer trampa y prepararlo de brick, pero cómpralo bueno o se notará mucho la diferencia) y sirve algo casero para acompañar (galletas, churros, bizcocho…). Es una buena idea añadir una cesta con larguísimas rebanadas de pan del día para mojar en el chocolate y algo de fruta del tiempo.
Una buena merienda, buenos amigos, buena conversación… equivalen a una buena tarde.
3.- Organiza una timba de poker.
Quien dice poker, dice mus o cualquier otro juego de cartas al uso. No hace falta apostar dinero, que para eso están las fichas. Y siempre podéis ponerle un poco de gracia y alegría poniendo pruebas para el que pierda…
No te olvides de preparar algo de beber y picoteo compatible con jugar a las cartas.
4.- Prepara una tarde de repostería.
Si disfrutas entre fogones, un día desapacible es una ocasión perfecta para meterte en harina. Sola o en pareja, con niños, con amigos… si comparten tu afición lo pasaréis bien y luego queda lo mejor, que es degustar lo preparado.
5.- Invita a tus amigos a un Karaoke loco.
Todavía existen videoclubs en nuestras ciudades que además de alquilar películas, alquilan todo lo necesario para organizar un karaoke en casa con los amigos y morirse de risa. Fuera vergüenzas y a pasarlo bien, disfrutando con los que canten bien y con los que no lo hagan tanto. Elegir canciones chulas está bien, pero alguna horterada entre medias lo hace todo mas divertido.
No te olvides de preparar unas bebidas y algo de picoteo, y controla el volumen si tienes vecinos pared con pared.
6.- Anímate con un maratón de pelis de terror y bloody Mary´s.
Si coleccionas películas de terror, es el momento de sacar tu selección más sangrienta, en caso contrario, visita tu videoclub más cercano o compra los pases en alguna plataforma de internet. Prepara cojines y mantitas para taparse la cara cuando la escena lo requiera, invita a tus amigos y … ¡A disfrutar! ¿O deberíamos decir a padecer?
No te olvides de los bloody Mary´s o, como mínimo, de la sangría. También será buena idea otros bocados de estilo sangriento pero con moderación, no sería buen plan si alguien se atragante en medio de un susto.
7.- Organiza una cena "de traje".
No se trata de una cena en la que haya que vestir de smocking o vestido largo ni nada parecido, se trata de organizar una cena en la que cada comensal o pareja traigan algo (y de ahí el "yo traje…"). En este caso lo ideal es una botella y un picoteo por comensal (o pareja, o familia, según para quienes organicemos el plan), y poder montar una cena informal. Como anfitriona, encárgate del pan, los postres, cafés… Podéis ir organizando este tipo de cenas a lo largo del año cada vez en una casa, es una buena forma de no cargar a nadie de golpe con todo el trabajo y colaborar todos para que salga bien.
Cenar con los amigos, siempre es un buen plan.
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