Muchas veces cuesta adaptarse al estatus de persona jubilada. Una lleva tantos años de ajetreo profesional que el día puede llegar a convertirse en eterno e incluso puede aparecer ese nocivo sentimiento de inutilidad que no conlleva nada bueno. Pasados los primeros y merecidísimos momentos de descanso y relax, llega el momento de enfocarse hacia la nueva vida y de crear otros hábitos y rutinas en lo que ocupar el tiempo y con los que ser felices.
Tanto en el mundo urbano como en el rural hay muchas formas en las que una mujer jubilada puede ocupar su tiempo y a la vez disfrutarlo. Pero por si estás en blanco y crees que te vienen bien algunas ideas, aquí van 15 actividades interesantes para mujeres jubiladas; sea para ti, para tu madre o para tu abuela.
1.- Colaborar con una ONG. Las hay de muchos tipos y con diferentes perfiles de voluntarios. Si te hace feliz ayudar a los demás, puede ser lo que estabas buscando. Elige una con cuya labor social final te sientas identificada y a gusto y en la que puedas desarrollar una actividad para la que estás preparada. Habrá algunas en las que tu experiencia profesional previa sea de gran ayuda (por ejemplo si has sido cocinera, en un comedor social, si has sido docente en ayudas extraescolares para niños con problemas o para escuelas de adultos, si has sido abogada como asesora para mujeres maltratadas o familias amenazadas de desahucio, etc…) y otras en las que lo importante sea tu persona y no necesites conocimiento previo expecífico alguno (acompañar a enfermos o personas mayores sin familia, preparar paquetes o limpiar en un banco de alimentos, preparar la merienda a niños sin recursos, etc…).
2.- Enseñar lo que sabes en un banco del tiempo. Ya sean conocimientos profesionales o de la vida, si en tu barrio o cerca de tu residencia existe un banco del tiempo puedes ofrecerte para enseñar lo que sepas, desde a hacer una compra doméstica a buen precio, a coser botones o meter bajos de pantalones, desde un idioma o tocar un instrumento a cómo planchar una camisa, por nombrar sólo algunas pistas. Siempre habrá alguien que necesite aprender y del mismo modo te podrás beneficiar de las horas de tiempo de otras personas que te pueden ayudar de algún modo.
3.- Si siempre te gustó aprender pero no tuviste la oportunidad de ir a la universidad o cursaste una carrera pero te quedaste con las ganas de hacer otra, infórmate sobre los cursos de la universidad de la experiencia en tu provincia.
4.- Si lo que te gusta de verdad es estar activa, prueba a practicar algún deporte, incluso aunque sea por primera vez en tu vida. Simplemente, marca el ritmo que puedas llevar.
5.- ¿Te gusta bailar? Pues hazlo. Ya sea en academias, en cursos municipales o de casas regionales, en gimnasios o incluso en discotecas para personas mayores. Es una forma divertida de estar activa y de conocer gente nueva.
6.- Si lo que te hace disfrutar es hacer cosas con las manos, no dejes de enterarte de los cursos municipales de manualidades o de las academias privadas que tengas cerca de casa. Puedes aprender desde actividades clásicas (bricolaje, costura, crochet, pintura) a otras más novedosas (scrapbooking, cerámica de polímeros, etc…).
7.- Aprende un idioma. ¿Tienes facilidad para ello y lo disfrutas? Pues hazlo, elige ese idioma que siempre te atrajo pero para el que no tenías tiempo y dale una oportunidad. Infórmate en escuelas de idiomas públicas, centros municipales, academias particulares o centros de estudios on line, y escoge el que más te interese.
8.- ¿Te gusta la música y el arte? Entérate si en el conservatorio público más cercano ofertan cursos para personas mayores, apúntate todos los conciertos que se den en lugares públicos y gratuitos o a bajo precio, entérate de si te interesa sacar algún tipo de tarjeta anual para algún teatro u ópera, pregunta en el centro cívico que te quede más a mano si dan clases de teatro o de danza cuyo nivel sea similar al tuyo, sigue de cerca las salas de exposiciones más cercanas para saber cuándo inauguran nuevas muestras…
9.- Lee. Y apúntate a algún club de lectura en tu ciudad u online en el que puedas compartir tu opinión sobre los libros que vas leyendo. Sácate el carnet de biblioteca si aún no lo tienes y pide consejo a los bibliotecarios siempre que tengas dudas sobre un libro.
10.- Si lo que necesitas es cuidarte, hazlo, pero hazlo bien. Aprende a relajarte, apúntate a algún curso de tai chi, de yoga o de meditación, entérate de si existen tarifas planas o bonos especiales en los spas cercanos que te puedan interesar…
11.- ¿Eres presumida? ¿Te gusta verte y sentirte bien? Prueba a hacer algún curso de automaquillaje o de peinados, mira en las páginas amarillas qué academias de estética y peluquería hay en tu zona y entérate de sus tarifas que suelen ser bastante bajas.
12.- Si siempre disfrutaste cocinando, no dejes de hacerlo. Apúntate a cursos de cocina internacional, natural o de repostería creativa. Cocina para familiares o amigos cuando enfermen o una vez por semana date el capricho de hornear algún dulce y luego invita a tus amigas a disfrutarlo con un café.
13.- Si te gusta culturizarte, no dejes de leer revistas, blogs, webs y libros de los temas que más te interesen en cada momento, aprovecha a visitar los museos de tu ciudad y ciudades cercanas (recuerda que siendo jubilada en la inmensa mayoría tienes derecho a una entrada de precio reducido) y entérate de los cursos online gratuitos o de pago que te puedan interesar.
14.- Nada. Es uno de los ejercicios más saludables que puedes hacer. Y si aún no sabes, este puede ser el momento perfecto para aprender, pregunta en el polideportivo municipal o en piscinas de clubs privados por sus cursos de iniciación a la natación.
15.- Fotografía. Ya sea en compañía, en algún club o con amigas que compartan tu afición. Y si no encuentras a nadie, plantéate un tema (lluvia, personas felices, contrapicados, a ras de suelo, paraguas, hace calor…) , color (rojo, blanco, rosa, amarillo…) o figura (círculos, espirales, cuadrados, cubos, corazones…) cada vez y sal con tu cámara a captar todo lo que se te ponga por delante. Entre otras cosas, aprenderás a ver la vida de otro modo y tu ciudad con ojos diferentes. Luego puedes tratar las fotografías en casa, hacer álbumes, exposiciones virtuales para tus allegados…
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