Reformar una vivienda no siempre es sencillo especialmente si parte de un mal estado. Si vas a realizar tú misma los trabajos para renovar parte de la casa o esta al completo, es importante que además de preocuparte por ella te ocupes de ti. Te contamos cómo cuidarte cuando haces una reforma para que esta no acabe contigo.
Ten precaución y evita utilizar tóxicos.
Es verdad que puede resultar tentador utilizar productos fuertes cuando te enfrentas a una limpieza en profundidad. Hay cocinas que han acumulado grasa durante años y que es complicado afrontar. Y garajes que son un horror de grasa de automóvil ennegrecida y pegajosa. Pero no caigas en la tentación de hacer mezclas peligrosas con la de lejía con amoniaco. Ni utilices productos nocivos para tu salud.
Apuesta por utilizar limpiadores efectivos pero seguros. El uso de desengrasantes industriales y quitagrasas es la mejor manera de afrontar esta tarea de forma eficiente. Elige productos de la máxima calidad que te aporten el resultado que esperas.
Protege tu piel.
Si siempre cuidas de tu piel, ¿cómo no cuidarla cuando haces una reforma? Tras el uso de pinturas, siliconas, pegamentos, aceites para maderas u otros productos de este tipo, tus manos pueden estar al borde del desastre. Protege tu piel con el uso de jabones industriales para lavar las manos, específicos para eliminar los restos de suciedad de manera eficiente sin dañar la dermis.
Este tipo de productos están especialmente formulados para eliminar la suciedad más agresiva protegiendo tu piel. Y no olvides seguir cuidando de tus manos como siempre, utilizando tu crema habitual.
Cuida de tus ojos en todo momento.
Hay un elemento que no debes olvidar cuando haces una reforma; el uso de gafas de seguridad. No es un capricho, es totalmente necesario. Para evitar dañarlos cuando utilices herramientas que suelten chispas y cuando trabajes madera para que no los alcancen astillas, para que no entre polvo en ellos, ni salpicaduras de pintura u otros productos.
El cuidado de tus ojos es una de las medidas básicas de prevención en cualquier obra. Cuando haces una reforma en casa, también debe serlo.
Presta atención a cómo coges los pesos y a las posturas de trabajo.
Conocer las bases de la ergonomía es básico si te enfrentas a una reforma y quieres hacerla con seguridad. Saber cómo debes coger los pesos así como qué posturas de trabajo son las adecuadas y cuáles debes evitar, es fundamental. No es cosa de broma, la ergonomía te ayudará a evitar lesiones.
Y como con cualquier actividad física, es importante que cada cierto tiempo pares y hagas unos estiramientos. Te ayudará a desentumecer los músculos. Y evitará que tengas molestias debidas a posturas forzadas.
Extrema la precaución con la electricidad.
La instalación eléctrica de una vivienda vieja puede ser un foco de problemas. Si vas a utilizar herramientas eléctricas potentes al hacer la reforma, sé muy cuidadosa con dónde enchufas estas y cuántas se utilizan al mismo tiempo.
En cualquier caso siempre es importante desenchufar cada herramienta tras su uso. Aunque actualmente la mayor parte de ellas cuentan con elementos de seguridad como dobles botones para evitar accidentes, trabajar con precaución nunca está de mas.
Minimiza el riesgo de accidentes.
Cuestiones sencillas te pueden ayudar a minimizar el riesgo de accidentes. Atenta a estos consejos cuando haces reformas en casa:
- Si tienes el cabello largo recógelo en una coleta o, mejor aún, en un moño. Especialmente con el uso de taladros u otras herramientas en las que se puede enganchar accidentalmente.
- Utiliza guantes apropiados para cada tipo de trabajo.
- No te subas a alturas importantes sin elementos de protección. Sobre todo si eres la única persona en la obra.
Cuidarte cuando haces una reforma es necesario para que esta no acabe contigo. Nadie quiere una casa renovada y un cuerpo lesionado a cambio.