Si te cuesta organizarte para las tareas de limpieza, y si te da pereza enfrentarte a la limpieza de ventanas, estos consejos prácticos y sencillos de llevar a cabo te ayudarán a hacerlo de forma metódica y obtener el mejor resultado con el menor trabajo y tiempo de dedicación posible.
* Si te cuesta organizarte, prueba a limpiar cada día laborable la ventana o ventanas de una estancia, excepto los días de lluvia. Ve rotando y sáltate sólo los días festivos o lluviosos, así por un lado te habrás creado un hábito de limpieza y por otro el trabajo será más liviano al no enfrentarte a una suciedad antigua.
* El primer paso es pasar un paño húmedo o ligeramente jabonoso (muy ligeramente para que no haga espuma y se necesite aclararlo) al alfeizar o repisa de la ventana.
* Después se hace lo mismo con los marcos (por dentro y por fuera) y con las persianas; por fuera hasta la altura que nos dé el brazo y por dentro bajándola hasta que toque el alfeizar pero dejando rendijas. Si te resulta más cómodo, puedes hacerlo con toallitas de limpieza del hogar, de las que se comercializan para usar y tirar; no es lo más económico ni lo más ecológico por lo que no es recomendable hacerlo habitualmente así pero puede resultarte muy práctico si tu handicap es el tiempo en un momento dado. En el caso de que los marcos puedes aplicar un producto específico si son de madera o algún material noble.
* Para limpiar los cristales fácilmente y con comodidad hay varios métodos; escoge el que te resulte más interesante.
– Mojando (ligeramente) con una esponja el cristal y pasando una rasqueta limpiacristales. Es una de las formas más sencillas y efectivas. Una rasqueta limpiacristales es un elemento que no vale mucho y que nos facilita muchísimo la limpieza de los mismos, sin dejar marcas y sin hacer esfuerzo. Es una de esas compras que merecen la pena y se amortizan en poco tiempo.
– Poner en un cuenco dos partes de agua por una de vinagre, pasar los cristales con esta mezcla ayudados por una esponja y limpiar y secar con papel de periódico. No vale usar papel de revistas, de cocina o higiénico, es el papel de periódico el que logra que quede sin marcas y perfecto. En cuanto se empape uno, se coge otro, se dobla o hace una bola lo más lisa posible y se procede a secar frotando el cristal. No corre peligro de que se raye el cristal, no temas. Es una forma económica y ecológica de hacerlo.
– Con una vaporeta y una rasqueta para cristales. No es la forma más económica pero es la que menos trabajo da y si vives en una zona donde los cristales se manchen mucho (junto a una carretera con mucha circulación, por ejemplo) o tiene manchas de grasa (en la cocina, por las manos de los niños, etc…) es el método más efectivo con el menor trabajo posible.