La secadora de ropa es un electrodoméstico cada vez más cotidiano en nuestros hogares, aunque no tanto como en EEUU u otros países en los que no es habitual colgar la colada y lo usual es hacer uso de él cada vez que se pone la lavadora o incluso para secar toallas.
Si estás pensando en si comprar o no una secadora (dejaremos el tema de las lavadoras con secadora integrada para otra ocasión) lo primero que debes tener claro es si dispones de espacio para colocarla. Las hay que precisan desagüe instalado (de evacuación) y luego están las que depositan el agua en un cajetín de la propia secadora (de evaporación). Las primeras son algo más económicas pero cada vez existen menos modelos de ellas, y es que encontrar un lugar adecuado con salida de tubería hace que sean menos cómodas que las segundas, que puedes colocarlas prácticamente en cualquier lugar de la casa. Eso si, desprenden calor (con lo cuál no es recomedable colocarlas cerca de la nevera, por ejemplo) y la mayoríano suelen ser especialmente silenciosas (tampoco tan ruiodosas como una lavadora) así que también es para pensarse el colocarla en una zona de estudio, de trabajo o junto a un dormitorio de bebé. También tienes que tener claro que se debe dejar libre el conducto de ventilación.
Si tienes claro en qué lugar de la casa encajaría perfectamente, lo siguiente es saber qué potencia de luz tienes contratada y qué consumo tiene el modelo o modelos que te gustan. Piensa en qué momentos del día (sobre todo si trabajas fuera de casa) podrías poner la secadora y qué otros electrodomésticos estarán haciendo uso de la electricidad a la vez. Incluso deja un margen por si se enciende el motor de la nevera o el termo de agua (por ejemplo) durante su uso. ¿Alcanzará la potencia que tienes contratada para poder con todo? No es plan de que se salten los plomos a menudo. ¿Te interesa tanto la secadora como para contratar más potencia teniendo en cuenta que aumentará el precio fijo de tu recibo electrico? Piénsalo detenidamente.
Si todo te hace seguir pensando que necesitas o quieres una secadora, llega el momento de enfrentarse al tema del precio, que suele ser lo que echa atrás a muchas personas. Si, hay que tener en cuenta tanto la inversión inicial (el precio de compra del aparato) como el gasto de uso, que al precio estratosférico que tiene la electricidad últimamente es para tener muy en cuenta. Eso si, te ahorrarás el suavizante, ya que no es necesario en este caso. Si tienes dudas de si te compensará el gasto o no, aquí te lanzo una serie de preguntas cuya respuesta puede ayudarte a decidirte.
* ¿Vives en un clima muy lluvioso o en una zona habitual de nieblas? El si es un punto a favor de hacerte con una secadora.
* ¿Algún miembro de la familia sufre alergia a algun tipo de polen? En tiempo de polinización no tener que secar en el exterior su ropa personal, de cama y toallas será un punto a favor de comprar una secadora.
* ¿El dinero no es un problema para ti? Si no lo es, punto a favor de hacerte con una secadora.
* ¿Por enfermedad o por edad te supone un gran esfuerzo colgar y descolgar la colada? Si la respuesta es afirmativa, punto a favor de tener una secadora en casa.
* ¿Dispones de tiempo para poner la lavadora y colgar la ropa? Si la respuesta es no, punto a favor de comprar la secadora. Si no dispones de tiempo pero tienes a alguien en casa al que pagas por hacerlo, calcula si el tiempo que emplee para ello será mayor o menor del que supone poner una secadora.
* ¿Dispones de espacio para colgar la ropa en el exterior? Si la respuesta es si, voto en contra de la secadora.
* ¿Dispones de espacio para colgar la ropa dentro de casa? Si la respuesta es si, voto en contra de la secadora salvo que sufras problemas de humedades en casa, en cuyo caso el punto es a favor de hacerte con una secadora.
* ¿La mayor parte de tu ropa señala en su etiqueta que no es apta para secadora? Si luego no vas a poder secar la ropa que más utilizas porque no es apta, no te servirá de nada disponer de una.
Tenlo todo en cuenta y piénsalo bien antes de decidirte por comprar o no una secadora.
¿Qué pesa más para ti?
