Cómo mantener la casa a punto sin agobios

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cómo mantener la casa a punto sin agobios

El mantener a punto la casa, limpia y ordenada, es de esas cosas que más preocupan, que más agobian, en las que parece que el tiempo se va y una no sabe a dónde, de esas cosas que nos da la impresión de que nunca avanzan, o lo hacen demasiado despacio, restándonos tiempo que podríamos dedicar a otras actividades más placenteras. Con este artículo queremos aportar una serie de pequeños trucos o ideas para hacer que la casa luzca limpia y ordenada sin necesidad de pasarnos horas y horas volcadas en ella. 


Lo primero que se debe hacer es determinar qué es lo más importante, lo esencial, lo que debe hacerse cada día. Es el caso por ejemplo de las comidas, la colada, las camas, barrer y limpiar el polvo  y la limpieza del baño. Salvando las camas, el resto puede hacerse un día si otro no: por ejemplo los días impares cocinar doble de cantidad (lleva el mismo tiempo cocer garbanzos para 3 que para 6 personas) y congelar la mitad de esta comida de modo que podamos aprovechar esa comida cualquier día par o para un día que andemos de cabeza con otras labores. Así los días que no hay que hacer comida, podremos dedicarlo a la colada y la limpieza del baño (si somos muchos en casa, limpiar el retrete y el lavabo a diario no nos llevará más de tres minutos). Barrer y limpiar el polvo en la mayoría de las casas (evidentemente cada casa es un mundo y sobre todo un tamaño) lleva unos diez minutos.


Para otras labores de mantenimiento de la casa, lo mejor es hacerse con lápiz, papel y un minutero (como los que se usan en la cocina, y que pueden encontrarse incluso en bazares de “todo a 0,60euros). Con el lápiz dividiremos el papel en dos partes: en una escribiremos los días de la semana junto con las estancias de la casa, por ejemplo: lunes-cocina, martes-salón, miércoles-habitación matrimonio, etc… y asignaremos una cantidad de tiempo, idéntica cada día. Pueden ser 5 minutos, 10, 15… no necesitarás más. Si hay más de 7 estancias en tu casa, tendrás que agrupar dos en un día, procurando que sean las que menos necesidad tengan de limpieza u orden y si por el contrario tu casa tiene menos de siete estancias, puedes dejar algún día libre para otro tipo de limpieza o simplemente ése día descansar esos minutos. Con el minutero, ve a hacer la limpieza (cristales, suelos, etc…) de esa estancia, y cuando te avise de que ha transcurrido el tiempo programado, déjala esté como esté. En un mes descubrirás si puedes rebajar el tiempo, si necesitas aumentarlo y si ya sólo precisas tiempo de “mantenimiento”. 


La otra mitad del papel está para escribir en ella cuestiones que surgen en el día a día y que deben hacerse (pedir una citación por teléfono, bajar la ropa de temporada de los altillos, regar las plantas…). Ve escribiéndolas a medida que las recuerdes y cada día dedica dos minutos a determinar cuáles son más importantes, marcándolas con un fluorescente o numerándolas en grande por orden de importancia . Decide también de cuánto tiempo dispones ese día para esas actividades. No importa sin son cinco minutos o una hora, siempre el que puedas pero sin que llegue a agobiarte la presión de tener que hacerlo. Una vez más, echa mano del minutero y deja lo que estés haciendo cuando suene. Ya seguirás al día siguiente. 


Aparte de esto, recuerda ese dicho popular que asegura que “no es más limpio quien más limpia, si no quien menos ensucia”, y aplícatelo e incúlcaselo al resto de habitantes de la casa. Ahorrarás tiempo y esfuerzo. 

 

Foto by Pixabay

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