Decorar con elementos naturales es una buena idea a lo largo de todo el año. En otoño las posibilidades son mucha, muy fácilmente accesibles y muy bonitas.
* Hojas secas.
Lo ideal es cogerlas cuando estén secas pero no muy retorcidas, en días que no haya rocío ni lluvia, para que no pudran, y de un sitio limpio (no pisoteadas ni mordisqueadas). Elige, en la medida de lo posible, hojas de diferentes especies para que las formas y los colores sean variados.
Puedes hacer una corona para la puerta; con un alambre haces un aro y vas pegando las hojas a él. Puedes forrar el aro con un lazo o con trapillo para que sea más manejable y fácil pegar a él las hojas.
Unas hojas bonitas en un cuenco ancho a modo de popurrí, puede resultar muy ornamental en una mesa grande o un estante apropiado.
Hacer un móvil de hojas secas pegadas a hilo de pescar (hilo de pita), también es una buena opción para dar un toque otoñal a una pared desnuda o a una ventana sin cortina.
* Piñas de coníferas, secas.
Puedes usarlas tal cuál, barnizarlas o darles color con pintura en spray de color dorado o bronce. Según su forma (hay muchos tipos de coníferas) y tamaño puedes usarlas en conjunto (en un plato ornamental, en un bote de cristal para caramelos…) para adorno o una sola pieza para un punto de adorno pequeño.
Puedes pegar varias pequeñas sobre una plancha de ocume barnizada y en el centro colocar hojas secas, para una mesa de centro.
Otra opción es coser un hilo a cada piña y usarlas para colgar, como móvil, de un tirador de armario, en las manillas de las puertas, etc…
* Piedras.
Prueba a combinar piedras de diferentes colores y formas con hojas y piñas en composiciones o centros de mesa o a usar cantos rodados como base para velas aromáticas.
* Frutos de otoño.
Nueces, avellanas, castañas… por si mismas en un furtero de cristal, de mimbre o de madera, pueden resultar un centro perfecto para una mesa de comedor o para una cocina.
Aunque no te durará muchos días, un bajo plato metálico con castañas semiabiertas en sus propios erizos, será una preciosidad para una mesita de café o para una gran mesa de comedor.