Normalmente, cuando un niño es muy activo, le ofrecemos tiempo de ocio que tiene que ver con el deporte, para que disfrute con la actividad física. Pero en muchas ocasiones las actividades deportivas tienen un componente competitivo que no gusta a todos los niños ni convence a todos los progenitores. Y no es que siempre el deporte de competición tenga connotaciones negativas, porque no es así, pero si es verdad que hay muchos adultos encargados de los mismos (entrenadores, profesores, monitores…) que no saben enfocarlos del mejor modo, y hacen flaco favor al desarrollo de la personalidad y las expectativas de los niños y niñas.
Lo lógico en estos casos es buscar otro equipo u otro centro en el que entrenar, pero a veces no es tan sencillo; porque es deporte asociado al centro escolar, porque no podemos desplazarnos más lejos, porque el lugar que nos gusta tiene una lista de espera casi imposible, porque es el centro municipal que nos corresponde y económicamente no podemos optar a un centro privado, etc… En estos casos y si el niño o niña no tiene especial preferencia por un deporte concreto, si simplemente quiere pasarlo bien y los adultos a su cargo sólo quieren que disfrute llevando una vida físicamente activa, existen otras alternativas que merece la pena tener en cuenta para la felicidad de peques y grandes. Esta son sólo algunas de ellas.
* Jugar en la calle. Si, las cosas ya no son como hace años y en muchas ciudades resulta imposible encontrar un sitio adecuado y en otros lugares no hay niños en las zonas de ocio públicas. Pero todavía existen parques en los que andar en bicicleta, patines o monopatín, campos de fútbol o baloncesto en los que se puede llevar a un grupo de amigos (en ocasiones, reservando hora en un centro municipal) o pistas de skate con espacios para los más pequeños.
* ¿Bailamos? Es una alternativa de ejercicio físico saludable, pero cuidado, también hay quien se lo toma en plan muy competitivo y espera que de sus clases salga el próximo Nureyev o la próxima Tamara Rojo. Sea danza clásica, contemporánea, bailes regionales…
* Escuelas de tiempo libre. Cada vez abundan más. Las hay sólo para niños o para toda la familia, y ofertan excursiones con rutas de senderismo pero que suelen estar combinadas con otras actividades para hacerlo más ameno y variado; replantar árboles, identificar especies vegetales, conocimiento de setas y hongos, etc…
* Piscina. Si puedes acudir a una piscina climatizada, hay muchas formas de pasarlo bien; además de nadar, hacer aquagym (con monitor o de forma libre) o jugar en el agua. Los bonos municipales suelen salir rentables si se usa al menos un par de veces por semana los servicios de piscina. Como no es algo que por seguridad puedan hacer los niños solos, si no te gusta la piscina o no te apetece para muchos días, puedes juntarte con otros padres y turnaros para entrar con ellos en el recinto de piscina.
* Equipos cicloturistas. En los que lo que prima no es llegar el primero a la meta si no pedalear todos juntos de un lugar a otro. Suelen entrenar algún día a diario y hacer excursiones los fines de semana. Pueden ser sólo infantiles o familiares.
* Escalada. No, no se trata de llevar a los peques al Everest. Hoy en día hay muchos centros (municipales o privados) donde aprender escalada de forma segura y divertida, en rocódromos y muros de escalada infantil. Además de hacer ejercicio, mejorarán sus habilidades motoras y su coordinación, y les estaremos invitando a disfrutar al aire libre de buena parte de su tiempo de ocio.
* Actividades acuáticas. Si vives en una zona costera y el clima lo permite, hay actividades deportivas que pueden enfocarse fácilmente sólo a la diversión y no a la competición, aunque ésta también exista. Si la escuela de surf es demasiado competitiva para vuestro gusto, una vez adquiridos los conocimientos y habilidades básicas, podéis hacerlo por libre o formar grupos con amigos o compañeros de clase para hacerlo de forma lúdica. Y quien dice surf, dice paddle surf o remo, por ejemplo.
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