Hace tiempo que la fondue es un elemento habitual en muchos hogares españoles, aunque durante muchísimos años fue algo primero desconocido y después, casi exótico. Pero disponer de una fondue en la cocina puede ser una gran idea.
La fondue más famosa es la de queso, pero la de chocolate cada vez gana más adeptos. En realidad una buena fondue puede usarse para ambas cosas y más. Normalmente se trata de un pequeño hornillo de gas , de alcohol o que se calienta con velas sobre el que se coloca una cazuela o recipiente de barro cocido o de hierro fundido; este conjunto se enciende en la mesa entorno a la que se sientan los comensales, para que cocinar y comer sea haga en grupo.
Como decimos la fondue más habitual y famosa es la de queso, en la cazuelita se derriten los quesos (a veces con un añadido de vino blanco o cerveza) y los comensales con un pincho largo van mojando en ese queso derretido dados de pan, que van comiendo. En el caso del chocolate, el sistema es similar; los comensales introducen en el chocolate fundido los pinchos con dados de pan o trozos de fruta para bañarlos en él y comerlos al momento.
Otra opción muy interesante es la fondue de carne; se ponen en la mesa dados o tiras de carne que puede ser adobada o marinada, cada comensal va pinchando y la introduce en la fondue que en este caso llevará aceite caliente que cocine dicha carne.
Todas estas opciones son bastante calóricas, pero con equilibrio, de todo se puede disfrutar en esta vida.
¿Te interesa tener una fondue en casa?
Pues te tendrás que preguntar varias cosas; ¿tienes sitio para guardarla? ¿crees que la usarás al menos tres veces al mes? ¿el modelo al que crees que sacarás más partido se ajusta a tu presupuesto?
Si todavía tienes dudas de si la usarás o no lo suficientemente a menudo, veamos algunas ocasiones en las que es interesante usarla, y podrás comprobar si tienen que ver con tu estilo de vida o no.
* Quieres preparar una cena especial de pareja pero no tienes tiempo de cocinar, y como hace frío apetece algo más reconfortante que un surtido de embutidos o ahumados o que unos aperitivos fríos. Es el día ideal para disfrutar de una fondue de queso.
* Has invitado a unos amigos pero no sabes cocinar o no quieres pasar tiempo en la cocina mientras los demás charlan y se divierten; preparas un par de ensaladas y según la ocasión una fondue de carne o de queso, compras un postre ya elaborado y ¡listo!
* Eres golosa y te encanta el chocolate. Cada vez que te juntas con las amigas para merendar y hablar de vuestras cosas, hay chocolate de por medio.
* Tienes hijos adolescentes y cuando traen amigos, siempre terminan quedándose a cenar. No te gustar pedir comida a domicilio y quieres poder improvisar algo rico que no te obligue a estar más tiempo del necesario en la cocina o que no te haga dar mil vueltas pensando qué puedes descongelar para dar de comer a más personas de las que pensabas. Una fondue de queso o de chocolate, según el día, sería ideal para completar lo que ya tengas listo.
¿Lo tienes ya más claro? ¿Te interesa tener una fondue en la cocina?
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