Prepararse bien para un empleo no sólo consiste en tener un buen currículum vitae y en tener buena actitud; con tantas personas optando a cada puesto de trabajo, estar bien preparado en todos los aspectos es fundamental para aumentar las posibilidades de ser la persona escogida para el puesto vacante. Hoy te queremos contar cómo prepararte para una entrevista de trabajo y así aumentar tus posibilidades de conseguir salir triunfante.
* Acude con un aspecto acorde al puesto al que optas. Si es un puesto directivo en una empresa no deberás vestir igual que si optas a ser camarera en un bar de copas, operaria de fábrica o directora de una residencia de ancianos. No se trata sólo de vestir la ropa adecuada, también de otros aspectos como el maquillaje o el peinado; un cabello recogido puede dar un aspecto profesional en algunos puestos en los que llevarlo suelto es peligroso (trabajos con maquinaria pesada), una manicura demasiado vistosa no siempre resulta adecuado (en trabajos de limpieza o jardinería podrían pensar que no quieres “mancharte” las manos), un maquillaje excesivo puede echar atrás para algunos puestos (pongamos si aspiras a ser profesora de religión en un colegio privado) y la ausencia de él no ser adecuado para otros (como esteticien o estilista). Y así podríamos seguir con el tipo de calzado, la presencia o ausencia de joyería/bisutería, etc…
Es sólo cuestión de pensar y usar la lógica. ¿Qué aspecto “tipo” se considera adecuado o inadecuado para dicho empleo? ¿En qué cosas de nuestra apariencia pueden fijarse los entrevistadores que jueguen a nuestro favor o en nuestra contra para optar al puesto deseado?
Por supuesto, la higiene se presupone y no deberíamos tener que nombrarlo pero no te excedas, es decir, no te heches un litro de perfume fuerte. Menos es más.
Para estar más tranquila de cara a la entrevista o posibles entrevistas similares, selecciona de entre tu ropa y calzado un par de estilismos que podrías llevar; el preferido y el “plan B”. Y tenlos preparados, limpios, planchados… listos para usarlos.
* Aprende a expresarte. Practica con una amiga o familiar, sobre todo si eres una persona tímida o que se pone nerviosa al hablar con desconocidos. Aprende a usar las palabras adecuadas y a evitar las alternativas que denoten carencia de un lenguaje adecuado (chisme, cacharro, cosa… y otras generalidades, deberían estar desterrados de tu vocabulario laboral).
* Descubre qué hay en ti que puede hacerte válida para un puesto determinado e interiorízalo. No necesariamente tienen que ser conocimientos adquiridos, también habilidades innatas o cuestiones de tu personalidad, que te pueden hacer más atractivas para ese puesto. Por ejemplo, pongamos que optas a un puesto de encargada en una tienda de ropa juvenil, además de lo obvio puedes tener cualidades innatas que supongan un punto a tu favor como empleada para tu futuro jefe; si eres ordenada, te preocuparás de tener siempre las prendas perfectas y en su lugar y el almacén en orden, si tienes don de palabra y simpatía natural, podrás entablar buena relación con tus trabajadores y clientes…
O podemos verlo de otra manera; ¿eres una persona charlatana y deportista? Refleja en la entrevista tu cualidad como comunicadora si optas a un puesto de comercial o tu buena salud y forma para un puesto que exija un rendimiento físico importante.
La clave es sacar lo mejor de ti y saber cómo puede repercutir positivamente para hacerte idonea para ese puesto de trabajo concreto al que optas.
* Ensaya posibles respuestas a hipotéticas preguntas. Si tienes cierta experiencia en acudir a entrevistas de trabajo, habrás detectado preguntas recurrentes cuya respuesta puedes ensayar para interiorizarlas y no quedarte en blanco en el momento clave.
Ten preparadas respuestas rápidas y naturales para las preguntas tipo más habituales, como ¿Qué puedes aportar a esta empresa?, ¿Por qué crees que mereces este puesto? ¿Cuál es tu mayor defecto y tu mejor virtud? ¿Por qué quieres este empleo?
Una buena idea es juntarte con varias amigas, que cada una se anote varias preguntas que consideren adecuadas para el puesto al que optas o que sepan por experiencia que suelen preguntar en muchas entrevistas laborales, y enfrentarte a ellas en una batería rápida de pregunta-respuesta. Luego podéis considerar entre todas la respuesta adecuada a cada pregunta, anotarla y estudiártela como si fuera un temario para exámen.
Este ejercicio es muy interesante y efectivo, y si estáis en búsqueda de trabajo varias de vosotras, podéis ayudaros mucho unas a otras llevándolo a la práctica.
* Acude a la entrevista con un CV y una carta de presentación redactados ad hoc para el puesto. Esto no quiere decir que mientas y te inventes un CV diferente para cada empleo al que optes, quiere decir que según el puesto destaques más o menos algunas cuestiones de tu CV real. Habrá trabajos en los que te interese poner la experiencia laboral arriba del todo, otros en los que sea mejor que aparezcan primero tus estudios o habilidades.
Por ejemplo, si aspiras a ser recepcionista de hotel y no tienes estudios acordes al puesto porque has estudiado enfermería pero dominas 3 idiomas, destácalo especialmente; por contra si quieres trabajar en una ludoteca infantil, destaca esos estudios en enfermería que te pueden hacer atractiva para el puesto aún sin experiencia con niños, pues sabrías reaccionar en caso de un accidente o un niño enfermo.
* Busca la parte positiva de tus puntos flacos para poder destacarla si te los mencionan en la entrevista. ¿Que tu punto flaco es tu falta de experiencia en un puesto semejante? Dale la vuelta y muestra que eso hace que no tengas malos hábitos adquieridos para el puesto y una predisposición grande a hacer las cosas como se tenga costumbre en la empresa. ¿Que es tu edad cercana a la jubilación? Destaca que eso te hace una persona con una gran experiencia en la vida y el trabajo que se traduce en ser una empleada fiel que no los dejará en la estacada por capricho o por un trabajo mejor. ¿Que sabes que mencionarán el hecho de que tienes cinco hijos menores de edad? Transforma ese punto aparentemente negativo para tu futuro jefe en algo positivo; precisamente para poder hacerte cargo de ellos serás una persona trabajadora que no faltará a su puesto y además tu experiencia vital te hace ser muy organizada y tener habilidad para encontrar soluciones creativas a problemas inesperados.
* Ensaya cómo obviar preguntas de índole personal y privada sin quedar en evidencia ni resutar borde. El arte del esquivado, podría llamarse. Piensa cómo redirigir la conversación o decir que no puieres dar esa información sin hacerlo de forma brusca ni mal educada, en caso de que te hagan preguntas de tipo íntimo que no quieras responder.
Aunque puedes hacerlo sola, pensando en frases clave que usar en cada caso, te será de ayuda tener alguien con quien practicar.
* Pregunta lo que quieres o necesitas saber sobre el puesto sin que parezca que eres tú quien entrevista al entrevistador. Si no te informan de cuestiones tan relevantes como el sueldo, el lugar concreto de trabajo, el horario laboral o lo que se espera de ese puesto concreto (en algunos está claro pero en otros puesde resultar difuso), tendrás que preguntarlo, pero a su debido momento y de forma educada y adecuada. No puedes preguntar por el sueldo según entras, por ejemplo, ni esperar a estar despidiéndote para hacerlo. Ten claro lo que necesitas saber y prevee en qué momento puede ser el adecuado para preguntarlo si ves que no te informan sobre ello.
Ir preparada a una entrevista de trabajo te hará estar más tranquila de tus posibilidades y más serena ante los entrevistadores, lo que aumentará tus posibilidades. Y estos consejos te ayudarán a saber cómo prepararte para una entrevista de trabajo.