Te proponemos 8 planes familiares de otoño divertidos para hacer fuera de casa. Este otoño, luzca el sol o llueva a mares, pásalo bien con los tuyos y no te dejes vencer por la pereza. Harás que el día juntos merezca la pena.
1.- Un picnic campestre.
Aprovecha mientras el tiempo acompañe y prepara una cesta con cosas ricas que se puedan comer bien fuera de casa, una manta de picnic para poder sentaros a comer en el suelo, una botella o dos grandes de agua, zumo o refrescos y un termo con leche chocolateada caliente por si refresca y apetece algo caliente. Elige un lugar que no esté muy lejos pero que sea bonito y agradable para comer en él. No te olvides de recoger bien todas las cosas antes de volver a casa, para que no quede huella de vuestro paso por el lugar.
Una buena idea es llevar frutos secos, que se pueden merendar si se alarga el tiempo de estar al aire libre o una baraja de cartas para jugar después del picnic si se está a gusto en el lugar y apetece estar en él hasta que empiece a anochecer.
2.- Un curso práctico de micología.
Infórmate porque cada vez son más los cursos de micología que se imparten en ésta época del año y los hay prácticos para familias con peques, en los que se disfruta de un agradable paseo por el campo conociendo diferentes especies de hongos, tanto comestibles como peligrosos. Muchos de estos cursos los organizan hoteles y casas rurales de zonas tradicionalmente ricas en hongos y terminan con una comida en la que éstos son los protagonistas.
3.- Una excursión para recoger frutos silvestres.
El otoño es una época del año perfecta para acercarse en familia al campo y buscar frutos silvestres; bayas, castañas, nueces… Eso si, siempre con precaución; no cojas lo que no conozcas, no abuses y arrases con todo (deja para que los animales del campo tengan sustento) y no dañes plantas al hacerlo. Es una actividad divertida que podrán disfrutar peques y grandes, y que además nos enseña mucho de la vida.
4.- Una sesión de fotos en el campo o el parque.
Los colores del otoño son maravillosos y es una estupenda excusa para hacer una sesión de fotos familiar, ya sea en plan casero porque no nos de el presupuesto para más o de manos de un profesional que convierta unos momentos divertidos en una obra de arte para contemplar durante toda la vida. Si lo hacéis en plan casero, no te olvides un trípode y si puedes, un disparador con cable, para poder salir todos en las fotografías, y elige un lugar bonito en el que se vean bien los diferentes colores del otoño; un fondo inigualable.
Para evitar malos ratos, lleva ropa de repuesto; nunca sabes quién se puede manchar, por ejemplo, o sufrir otro tipo de incidente.
5.- Una castañada al aire libre.
Hazlo en un lugar en que esté permitido encender fuego y con toda la seguridad, porque el otoño con las hojas secas es peligroso ante el fuego. También puedes comprar las castañas ya asadas y disfrutarlas en un lugar bonito al aire libre, por ejemplo en un merendero habilitado con mesas y bancos. Puedes llevar también un termo con chocolate a la taza caliente, que os sentará fenomenal.
6.- Una merendola con frutos de temporada.
Una forma divertida de comer fruta es haciendo una fiesta con merendola en la que sean las protagonistas. No sólo sirviéndolas en brochetas, macedonias y mezcladas con yogur en diferentes formas, también se puede preorganizar un día de lluvia y los peques pueden hacer carteles con los nombres de las frutas, dibujándolas, o hasta haciendo un disfraz de alguna de ellas.
7.- Visitar un museo.
Es un buen plan para un día lluvioso de fin de semana. Hay muchos museos que pueden gustar a los niños tanto como a los adultos, y seguro que en tu ciudad o en alguna localidad cercana hay un museo de historia, de arte, de naturaleza o de otra temática que resulta interesante para visitar. Además, en muchos de ellos los fines de semana hacen actividades expresamente para niños. Infórmate y tenlo en cuenta para cuando salga un día en que apetezcan planes que no sean al aire libre.
8.- Paseos en bicicleta.
Antes de que llegue el invierno y empeore el tiempo, hay que aprovechar y unos paseos en bicicleta pueden ser una forma divertida de pasar bien en familia una mañana de domingo, por ejemplo. Elige una ruta acorde al miembro más pequeño de la familia o acercaos a un parque grande en el que esté permitido pasear en bici y disfrutad al aire libre de un rato de ejercicio juntos.
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